Apoño perdona al Depor
El medio del Málaga falla un penalti en el minuto 86
La Rosaleda se le sigue atragantando al Málaga. Todo lo que consigue fuera de su escenario, lo pierde en su casa, con una afición cada vez más cansada de no ver una victoria. Y así lleva más de dos meses la hinchada andaluza, que ayer esperaba un vuelco de esta tendencia y darse una alegría ante un rival directo por los puestos europeos, el Deportivo.
El fuerte viento trajo a La Rosaleda un partido con un ritmo trepidante, de ida y vuelta, con una gran exigencia física y mental. Sin planteles de estrellas que hagan un roto en cualquier momento, el Málaga y el Depor son dos equipos educados para convertir en letal cada ocasión. Y esa alegría, el descaro que tienen los dos equipos, está avalada por la tranquilidad de haber cumplido con sus propósitos iniciales en la Liga y con la carga de ilusión que aporta la posibilidad de llegar a Europa.
MÁLAGA 1 - DEPORTIVO 1
Málaga: Goitia; Gaspar, Hélder, Weligton, Calleja; Luque, Lolo, (Nacho, m. 82), Apoño, Duda (Adriano, m. 71); Baha (Eliseu, m. 56) y Salva. No utilizados: Arnau; Miguel Ángel, Fernando y Cuadrado.
Deportivo: Aranzubia; Manuel Pablo, Zé Castro, Colotto, Filipe; Pablo Álvarez (Cristian, m. 82), Sergio, Juan Rodríguez, Guardado; Lassad (De Guzmán, m. 93) y Bodipo (Riki, m. 76). No utilizados: Munúa; Laure, Pablo Amo y Valerón.
Goles: 1-0. M. 33. Luque, de libre directo dentro del área. 1-1. M. 50. Sergio, de cabeza tras un centro de Guardado desde la banda.
Árbitro: Álvarez Izquierdo. Amonestó a Salva, Gaspar, Zé Castro y Colotto.
Unos 24.000 espectadores en el estadio de La Rosaleda.
Tal y como estaba de frenético el choque en la primera mitad, abrir la lata era el pasaporte para que cualquiera de los dos equipos aplicara su trabajado orden defensivo para controlar al contrario y poder atizarle a la contra. Y golpeó primero el Málaga en una jugada tonta a la media hora. La pelota se le cayó a Aranzubia cuando se disponía a sacar en largo. El meta vasco recogió el balón del suelo pensando que el árbitro pitaría falta de Salva, que pasaba por allí. Pero la jugada quedó en un libre directo que Luque martilleó a la red. El equipo de Tapia pudo sentenciar en una jugada de Duda que se estrelló en el palo, pero el conjunto de Lotina se repuso en el descanso y salió como un ciclón en la reanudación. Arrolló al Málaga por las bandas, por la zona central, estuvo más despierto y más decidido. Su actitud le dio el gol y colocó el miedo en el graderío. Sergio y Pablo Álvarez se adueñaron del balón y Guardado convirtió la banda izquierda en un sobresalto continuo para el equipo malagueño, que tras la reanudación anduvo noqueado durante media hora y, lo más preocupante, huérfano de Duda, su gran creador.
El Málaga tuvo la última palabra con un penalti lanzado por Apoño y que Aranzubia rechazó a la grada en el minuto 86.
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