UGT-PV despide a Recuenco con un respaldo abrumador
"No debemos ser el sindicato de la empresa", afirma
En cierta forma, Rafael Recuenco empezó a dirigir UGT del País Valenciano antes de que se fundara, en 1988. Ayer, el histórico dirigente vio reconocida su trayectoria con un abrumador apoyo: 287 delegados (el 99,65%) votó a favor de su gestión, y uno se abstuvo. Fue en la segunda jornada del VI congreso nacional de la central, donde hoy será elegido como sucesor, salvo desastre, Conrado Hernández, secretario general de la federación del Metal, Construcción y Afines.
Antes de la votación, Recuenco se declaró "enormemente agradecido" por los discursos de los responsables sectoriales y comarcarles del sindicato, que exculparon al secretario general saliente de la derrota ante Comisiones Obreras en las elecciones sindicales. O, al menos, como hizo Luis Lozano, jefe de la Federación de Servicios Públicos, lo exculparon de tener la responsabilidad en exclusiva. "Habéis sido muy benevolentes", afirmó Recuenco.
"Este congreso va a salir bien, pero necesitamos reforzar los lazos internos"
El líder sindical dejó caer algunas advertencias: UGT no debe caer en el error de convertirse en el "sindicato de la empresa" sino mantenerse como un "sindicato en la empresa". Ni debe servir tampoco para "algunos instrumentos de la sociedad, igual que antes decían que éramos la correa de transmisión de un partido político", sino que debe permanecer como un "sindicato en la sociedad".
La intervención coincidió con la publicación de la Encuesta de Población Activa, que reveló el nuevo batacazo del empleo, con el paro dos puntos por encima de la ya de por sí alta media española. "No debemos dar ni un paso atrás con esos 491.200 parados de la comunidad, muchos de los cuales ya no tienen prestaciones. Ahí es donde tenemos que trabajar, porque somos la UGT".
El apoyo de los delegados a Recuenco fue aplastante, y más aplastante (100% de los votos emitidos) si cabe fue el respaldo a la gestión del comité nacional. Pero Lozano, el principal adversario que ha tenido Recuenco dentro de UGT-PV en los últimos años, también lanzó alguna advertencia desde la tribuna. "Este congreso va a salir muy bien. Pero no debemos engañarnos. Necesitamos reforzar los lazos internos de la organización, y comprometernos en la unidad de UGT"; "en una situación de crisis como esta toda la organización tiene que ser una piña".
El secretario de Acción Sindical, Carlos Calero, planteó la necesidad de recuperar una política industrial para el territorio, y "no acciones de carácter puntual y coyuntural que, más allá de pequeños balones de oxígenos al mercado de trabajo, no va a aportar cambios en la estructura productiva".
El líder sindical rechaza ofertas del Consell y vuelve a la Ford
Después de 21 años dirigiendo UGT-PV, otros dos al frente de la unión provincial de UGT y alguno más como diputado autonómico por el PSPV-PSOE, Rafael Recuenco volverá a la fábrica de Ford en Almussafes, de donde salió en 1983 con una excedencia para iniciar una intensa carrera pública. El secretario general saliente volverá a la factoría a pesar de que ha recibido varias ofertas de empleo. Y de que las cifras escritas en ellas le hacían "tilín, tilín".
El Gobierno valenciano le hizo alguna. No se trataba de "salidas en cualquier puesto, sino en puestos importantes", aseguró ayer. También lo cortejaron "empresas solventes, sin dificultades económicas y con excelentes resultados en la cuenta de explotación". "Las he agradecido [las ofertas] pero les he dicho que no, que no, que no cambio de trinchera, que estoy en el mismo bando en el que he estado siempre, con compromiso y con ideología"; "no me imagino al otro lado de la mesa diciéndole a un empresario si hace o no el plan de igualdad, cómo aumentar la productividad o controlar el absentismo", explicó.
Recuenco manifestó su interés por incorporarse pronto a Ford -"no sé en qué puesto, ni si de mañana, tarde o noche, son cosas que se decidirán en la reunión con la empresa"-. Y quiso subrayar que no vuelve a "levantarle la silla a ningún trabajador o a intentar levantarle no sé qué a los compañeros de UGT en la planta". "Voy a la fábrica", afirmó, "porque como todos los días".
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