Ignasi Guardans alerta de "tics totalitarios" entre los nacionalistas
En las filas del nacionalismo catalán "hay personas que se creen que sus ideas son mejores" y "pueden insultar", "machacar" y "excluir del país" a quienes no las comparten. Así lo considera al menos Ignasi Guardans, militante de Convergència Democràtica, que ha recibido muchas críticas, también de su partido, desde que decidió aceptar el cargo de director del Cine en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Cansado de los comportamientos que denuncia, Guardans aseguró ayer que en sectores nacionalistas hay actitudes "fascistas" y "totalitarias", según dijo en una entrevista en COM Ràdio.
Guardans ha sido el epicentro de las críticas de muchos sectores nacionalistas, comenzando por su propio partido, desde que empezó a criticar el acercamiento de la actual dirección de CDC a los postulados más soberanistas. Este distanciamiento culminó con su relevo al frente de la lista de CiU para las elecciones europeas. Tras representar a CiU en el Parlament, en el Congreso y en Bruselas, Guardans ha sido sustituido precisamente por un soberanista: Ramon Tremosa.
El ex dirigente de CDC opina que Oriol Pujol habla sin fundamento
Cuando esto ocurrió, Guardans ya dejó claro que estaba abierto a colaborar con administraciones de otro signo si no cabía en la Casa Gran de Mas y hace dos semanas aceptó la oferta de la nueva ministra de Cultura para dirigir el Instituto del Cine. Las juventudes de CDC reclamaron entonces la expulsión de Guardans y el portavoz convergente Oriol Pujol, algo más cauto, le invitó a "reflexionar" sobre la coherencia de su cargo con su militancia en CDC. Guardans insiste en que los estatutos de su partido, que no piensa abandonar, le permiten hacer lo que le "dé la gana". Y espetó a Pujol que ha "olvidado lo que ha hecho CiU en Madrid". Varios convergentes han formado parte de gobiernos en Madrid. "Si leyese un poco las actas del Congreso, se enteraría de que sus palabras no tienen ningún fundamento", agregó.
Guardans también reflexionó durante la entrevista sobre "la esquizofrenia" que, en su opinión, sufren algunos catalanistas, que proclaman unas consignas limitadas a las emociones que al final tampoco practican. El ex dirigente nacionalista coqueteó con la posibilidad de una España federal para mejorar el encaje de Cataluña, pese a saber que esta postura es "herética" en su partido.
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