El Valencia agradece los regalos
La expulsión de Adriano y el penalti de Navarro hunden al Sevilla
Ni siquiera Palop, en una brillante actuación, pudo evitar la tendencia del Sevilla al suicidio. Equipo fiable por antonomasia, al cuadro de Jiménez le dio un aire y sus jugadores comenzaron a echarse piedras encima hasta quedar completamente sepultados. Primero, Adriano, provocando su expulsión en una entrada absurda, y después, Fernando Navarro, con un manotazo al balón dentro del área en el momento decisivo. Justamente cuando se apuraba el envite sin que el Valencia hiciera valer su superioridad numérica. El penalti lo transformó Mata, que asumió esa responsabilidad, puesto que acababa de ser sustituido Villa. Mata alcanzaba así 10 goles y 10 pases de gol, unas cifras colosales para un jugador que, siendo de los que menos cobra, es de los que más ofrecen.
VALENCIA 3 - SEVILLA 1
Valencia: César; Miguel, Albiol, Marchena, Alexis; Albelda (Vicente, m. 75), Baraja, Mata, Joaquín (Pablo Hernández, m. 54); Silva y Villa (Morientes, m. 75). No utilizados: Guaita; Maduro, Edu y Michel.
Sevilla: Palop; Adriano, Escudé, Squillaci, F. Navarro; Duscher, Romaric, Perotti (Mosquera, m. 46), J. Navas (D. Capel, m. 59); Renato y Kanouté. No utilizados: Javia Varas; Konko, Maresca, Acosta y Koné.
Goles: 0-1. M. 9. Escudé. 1-1. M. 45. Villa, de penalti. 2-1. M. 83. Mata, de penalti. 3-1. M. 93. Pablo Hernández.
Árbitro. González Vázquez. Amonestó a Navas, Adriano, Squillaci, L. Fabiano, F. Navarro, Palop, Kanouté, Duscher, Baraja, Marchena, Silva, Mata, Morientes, Pablo y Miguel. Expulsó con roja directa a Adriano (m. 43) y al técnico Manolo Jiménez (m. 86).
40.000 espectadores en Mestalla.
Palop y Adriano no podrán enfrentarse, por sanción, al Barça en el Camp Nou
Equipo ciclotímico por naturaleza, el Valencia vuelve asomarse con fuerza a la clasificación para la Liga de Campeones. Ésa es su inercia. Ha encadenado cuatro victorias para olvidarse de dos meses en un túnel. Lo ha hecho a lomos de sus cuatro hombres de ataque, Silva, Villa, Mata y, en el segundo tiempo, Pablo Hernández, que han llegado a esta fase desatados. Tienen una pegada descomunal, tan sólo superada por los cracks del Barça.
Adriano se cargó al Sevilla en el minuto 45. El extremo izquierdo italiano, ayer lateral derecho, embistió en el centro del campo a Mata sin venir a cuento. Ya tenía una amarilla. El árbitro, que sacó 16 tarjetas, lo mandó a la ducha y, como Palop, se perderá el choque contra el Barça en el Camp Nou. El Valencia aprovechó para hurgar en la herida. En los minutos que tardó Jiménez en cubrir ese espacio con Mosquera, Mata se fue como un tiro a por el empate. Lo trató de frenar Escudé con el cuerpo en el área y el árbitro marcó penalti. Palop había coleccionado un par de paradones, pero no pudo parar el tiro de Villa, que marcó raso y despacito al lado contrario. Su 23º tanto en la Liga, a cinco del récord de un valencianista, en poder de Mundo, Kempes y Mijatovic.
Nacía un nuevo partido que invalidaba la superioridad del centro del campo sevillista. A pesar de contar con Albiol, Marchena o Alexis, el Valencia chirría de cabeza en facetas defensivas. Es el conjunto que más goles ha recibido así: 11. Y, como el Sevilla es el que más remata de cabeza, Escudé sólo tardó unos minutos en sumar ambas estadísticas para adelantar al conjunto de Jiménez.
Sorprendió Emery al retirar de la alineación titular a Pablo Hernández, uno de los artífices de la resurrección del equipo cuando acudió moribundo a El Sardinero hace tres semanas. El técnico volvió a confiar en Joaquín, pero éste le volvió a fallar. No sólo por su discreta participación, sino porque, al ser sustituido en el minuto 57, le menospreció. También Villa se encaró con el entrenador cuando le sustituyó a instancias del médico, que le había tratado de unos calambres. Al menos Villa se quedó en el banquillo para ver la victoria. El tiempo dio la razón a Emery: Hernández fue mucho más incisivo y colaboró a la cabalgada final de su equipo, sobre todo por el gol en el descuento. Mestalla se levantó para celebrar un triunfo muy poderoso y el Sevilla completó su desafortunada noche cargándose de tarjetas y quedándose en cuadro para medirse al Barça.
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