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El concejal Moral y la estatuilla del gorro frigio

Un edil de Tierno evoca los primeros mandatos democráticos - La Casa de la Villa se abre para los ciudadanos

Hace ahora 30 años, el 3 de abril de 1979, se celebraban en España las primeras elecciones municipales democráticas tras la muerte del dictador, Francisco Franco. Dieciséis días más tarde se constituía en Madrid la primera corporación, regida por el socialista Enrique Tierno Galván, que duraría hasta mayo de 1983. La constituían 25 ediles de UCD (entre ellos Florentino Pérez) 25 del PSOE (como Joaquín Leguina o José Barrionuevo) y nueve del PCE (entre ellos Cristina Almeida) que dieron la victoria a las izquierdas. Todos ellos estuvieron ayer en el descubrimiento de una placa conmemorativa, junto a Enrique Tierno, el hijo del desaparecido alcalde. Y hoy, la Casa de la Villa se abre a los madrileños que deseen visitarlo, desde las diez de la mañana a las dos de la tarde.

Al lado del Patio de Cristales descubrió una escultura republicana
Reagan se negó a ir al Ayuntamiento "porque el alcalde era marxista"

Enrique Moral Sandoval, de 64 años, profesor de Ciencia Política en la Complutense y hoy director adjunto de la Fundación AENA, fue uno de los 25 ediles del PSOE que accedieron al Consistorio madrileño después de la dictadura. Ejerció como concejal de Cultura y teniente de alcalde hombro con hombro con Tierno Galván. Moral recuerda al entonces regidor de la capital: "Lo cierto es que le situaron al frente de la candidatura municipal socialista para quitárselo de encima, ya que entonces concitaba muchos recelos en el PSOE". El intelectual soriano procedía del Partido Socialista Popular.

"Sin embargo", agrega, el viejo profesor, como entonces comenzaba a llamársele, "demostró que no causaría el menor problema, y, con su prudencia y su prestigio intelectual, se creó un carisma y desplegó una influencia política enorme. Lo que más nos sorprendía a quienes trabajábamos con él era su capacidad de fabulación, que le permitía proponer e imaginar constantemente iniciativas a un ritmo que no decreció nunca hasta su muerte".

Moral recuerda una anécdota igualmente singular: "El Patio de Cristales de la Casa de la Villa era empleado para dar recepciones a instituciones o visitantes ilustres. El caso es que en una estancia contigua se disponía un bufé con bebidas y viandas, decorado con alguna estatuilla de las que el Ayuntamiento dispone. Con asombro" dice, "descubrí en un evento una estatuilla que representaba a una mujer con un gorro frigio. Volteé la escultura y vi la inscripción 'República Española".

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Y añade: "La pequeña escultura había subsistido ¡40 años! presidiendo desde aquella mesa numerosos ágapes, tal y como me contaron los funcionarios municipales al cargo de aquellas recepciones dadas a los visitantes". Por cierto, en aquella época, un ilustre visitante de Madrid, el presidente de Estados Unidos Ronald Reagan, se negó a acudir al Ayuntamiento, en junio de 1985 como era costumbre de todos los dignatarios, "porque Tierno era marxista".

Otro episodio a recordar: el alcalde de Madrid, por decisión propia, "pidió mantener el crucifijo que presidía la mesa del Salón de Plenos". Tierno nos dijo: "Es una costumbre, y aunque yo no participo de esa creencia, voy a respetarla". En ese salón, precisamente, Moral y sus compañeros socialistas toparon con una placa conmemorativa en la cual se leía que el recinto había sido visitado por "Francisco Franco, vencedor de las hordas marxistas". Mandaron retirar la placa y en su lugar se colocó un repostero.

"Algunos concejales de la derecha miraban hacia el lugar donde estuvo la placa y notaban que algo faltaba", sonríe. Tradición fue, durante la República, que los alcaldes de Madrid llevaran una faja con la bandera española, entonces tricolor. "Aquella faja procedía de prácticas políticas heredadas de la Revolución Francesa", comenta Enrique Moral. "Bueno, pues en los almacenes del Ayuntamiento, donde se conservaba prácticamente intacto el ornato municipal de la etapa de la Segunda República, hallamos un retrato estupendo de Pedro Rico, alcalde republicano de Madrid en la década de los años treinta, con su faja. La pintura era de Enrique Segura. Pero la faja que lucía el alcalde era toda de color morado. Consultamos a los técnicos en restauración y nos dijeron que, efectivamente, la bandera tricolor había sido repintada, pero se hallaba originariamente en la barriga de Pedro Rico, cuya efigie repusimos en la sala de retratos".

Un paseo histórico

- El Salón de Plenos. También llamado Salón de las Columnas, fue construido en 1692. La bóveda está decorada con frescos realizados por Antonio Palomino y restaurados posteriormente por Nicolás Zorrilla. En este salón se celebran los plenos del Ayuntamiento una vez al mes.

- El Patio de Cristales.

En el siglo XIX se diseñó la cubierta de cristal, destrozada durante la Guerra Civil, y restaurada más tarde. Sus paredes están decoradas con bustos de escritores del Siglo de Oro, como Lope de Vega, Quevedo y Calderón.

- Salón de Goya.

Recibe este nombre por el cuadro de Francisco de Goya La alegoría de Madrid. En esta sala también se encuentra la Custodia del Corpus Christi, que se saca en procesión durante esta festividad.

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