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Reportaje:24 HORAS EN... OVIEDO

Heroica ciudad de peatones

Woody Allen y 'La Regenta'. Un 'calatrava' como novedad arquitectónica. Sonidos nocturnos de 'indie', 'soul' y 'funk'. Y una gastronomía deliciosa. Un largo día en Oviedo, capital de los viandantes

Sergio C. Fanjul

"La heroica ciudad dormía la siesta". Así, con ironía, comienza La Regenta de Leopoldo Alas Clarín, la gran novela española del XIX cuyo escenario es Vetusta, un trasunto de la ciudad de Oviedo. Se duerme bien la siesta en Oviedo, cuando, después de un almuerzo copioso, las calles se quedan desiertas y sólo el sonido de las campanas de la céntrica plaza de la Escandalera rompe el sosiego a cada hora. Para asombro del visitante, la melodía que tocan las campanas es el himno de la región (y de los borrachos, dicen), el inigualable Asturias, patria querida. Pero mejor no aletargarse y que la siesta sea corta: la ciudad vive una edad de oro para el turismo. Aquella Oviedo fea y gris de los ochenta, sucia y llena de coches, es ahora un lugar apacible y hermoso, con el centro peatonalizado, el casco viejo reformado, plagado de fuentes y estatuas, muy propicio para dejarse llevar por los placeres de la cultura, el paseo, la gastronomía o el deambular nocturno.

10.00 Echarse al monte

Un perenne guardián se alza al lado de la ciudad, protegiéndola del viento del Norte. Se trata del monte Naranco. Si uno quiere aprovechar la mañana, y siempre que la incierta meteorología asturiana lo permita, lo ideal es subir a la cima. Los más valientes pueden hacer la ascensión a pie, se tarda alrededor de hora y media, pero en 15 minutos es posible plantarse en la cima con el coche, al final de una serpenteante carretera. Es obligada la parada en los dos maravillosos monumentos del prerrománico asturiano, un estilo arquitectónico endémico de la región (siglos VIII a X), que se encuentran en la falda del monte, a pie de carretera: las iglesias de San Miguel de Lillo (1) y Santa María del Naranco

(2) - . Una vez en la cima, a 600 metros de altitud, se tiene la ciudad, literalmente, a los pies. La panorámica abarca todo el valle, las verdes colinas que se extienden hacia el Este y, al frente, la escarpada y pétrea cordillera del Aramo, muchas veces nevada. Disfruten de las vistas tomando algo en el área recreativa y merendero. Además, en la cima se encuentra la imponente estatua del Sagrado Corazón, un enorme Cristo de unos 30 metros de altura, con los brazos abiertos. Algo así como el Cristo del Corcobado de Río de Janeiro, pero a la asturiana.

13.00 Woody Allen, un ovetense con gafas

De vuelta al suelo firme se impone un paseo por el centro peatonal. Es obligado conocer el teatro Campoamor (3)

(Pelayo, s/n) donde cada año, en otoño, se entregan los premios Príncipe de Asturias. Por la explanada delantera han entrado al teatro las mayores eminencias de las artes, las ciencias, la literatura, la política o el deporte. Muy cerca se encuentra la estatua de Woody Allen (Milicias Nacionales), uno de los premiados más célebres. La figura de Allen, que utilizó la ciudad para el rodaje de Vicky Cristina Barcelona, es a tamaño real y está a pie de calle. Parece un ciudadano más paseando por Oviedo. Los visitantes le echan el brazo al hombro, se fotografían con él, y algunos le roban las gafas. Esta ciudad está poblada, además de por los ovetenses, por otros ciudadanos que permanecen inmóviles y fríos, ajenos al paso del tiempo: se trata de la multitud silenciosa de estatuas que el Ayuntamiento ha ido instalando por doquier, con desigual fortuna. Pero dejemos pasear tranquilo al genio neoyorquino y sigamos por la calle de Uría

(4), arteria principal de la ciudad, donde se encuentran las tiendas más populares. Recorremos luego los bulevares del Campo de San Francisco (5), el parque central de la ciudad, y visitamos el estanque de los patos. Como seguramente el hambre ya estará apretando, se recomienda llenar la barriga en la calle de Gascona

(6), el llamado Bulevar de la Sidra, un lugar siempre animado y repleto de sidrerías, que desde hace algunos años es uno de los lugares de ocio preferidos por los ovetenses. En Terra Astur (Gascona, 1; 985 20 25 02) se pueden degustar los potentes tortos de maíz con picadillo de jabalí y otros platos típicos, en un ambiente rústico, recogido y acogedor que incluye una tienda de productos regionales, por si usted quiere intentarlo en casa. Enfrente, en El Cachopito (Gascona, 4; 985 21 82 34), se especializan en el cachopo, una de las delicias gastronómicas de la región, incomprensiblemente desconocida fuera de Asturias: se trata de una especie de San Jacobo a lo grande, hecho con filetes de ternera, queso fundido y jamón serrano, en su versión clásica. Todo ello regado, claro está, con culines de sidra de barril, que se escancian en este local con un curioso sistema automático con forma de dragón.

17.00 Ana Ozores, versión 'kitsch'

Cuando comienza la tarde y todo está tranquilo, pasear por el solitario Oviedo antiguo parece llevarnos a tiempos pretéritos. La zona más vieja de la ciudad se arremolina en torno a la catedral (7) (plaza de Alfonso II El Casto), en la que confluyen sucesivos estilos arquitectónicos y, en cuyo interior, se encuentra la Cámara Santa, donde se guarda un tesoro de joyas y reliquias. Abre de lunes a sábado de 9.00 a 13.00 y por las tardes de las 16.00 a las 18.00 o 20.00 horas, dependiendo de la época del año. En el lado opuesto de la plaza se encuentra la estatua, puro kitsch, de Ana Ozores, La Regenta, justamente delante de la casa en la que, según la ficción de Clarín, vivía el personaje. La calle de Santa Ana sale de la plaza y en ella se encuentra el Museo de Bellas Artes de Asturias

(8), donde encontrarán obras de Goya, Zurbarán o Sorolla, además de otras de pintores asturianos y exposiciones temporales (www.museobbaa.com; 985 21 30 61; de martes a viernes de 10.30 a 14.00 y de 16.30 a 20.30, los sábados de 11.30 a 14.30 y de 17.00 a 20.00 y los domingos de 11.30 a 14.30; visita gratuita). Después de disfrutar del arte el paseo puede continuar a placer perdiéndose por las callejuelas empedradas del casco viejo.

19.00 Un 'alien' Calatrava

Hay en Oviedo una enorme araña extraterrestre, encajonada entre edificios, que parece estar a punto de alzarse iracunda y destruir la ciudad. No teman, se trata en realidad del Palacio de Congresos y Exposiciones (9)

obra de Santiago Calatrava. Este extraño y polémico edificio albergará espacios para congresos, hoteles, oficinas municipales y zona comercial; se levantó sobre el solar donde antes se encontraba el estadio Carlos Tartiere. El centro comercial ya está funcionando con tiendas y restaurantes, en un intrincado laberinto de pasillos blancos y luminosos. Digno de ver, por dentro y por fuera, para bien o para mal.

22.00 Noche en 'La Bola de Cristal'

La noche en Oviedo está impregnada de piedra y cálida luz amarilla. Para saborearla nada mejor que visitar la plaza del Fontán (10)

un pequeño espacio rectangular rodeado de casas tradicionales y soportales que fue reconstruido hace diez años. Es una delicia cenar en este animado lugar, recogido por los edificios, a refugio del mundo. En él extienden sus terrazas varias sidrerías muy frecuentadas. Y después, de copas. En Oviedo los bares suelen abrir hasta las 5 de la madrugada o incluso más. Son notables los establecimientos de la asociación Nosepara (http://nosepara.es/), que trata de dinamizar la vida cultural de la ciudad con conciertos, teatros, festivales, proyecciones... En La Caja Negra (11) (Jesús, 12), se puede escuchar la música más vanguardista, electrónica y hip hop, en sesiones diarias de DJ. Uno de los clásicos de la noche carbayona es el Flamin'Club (12),situado en la plaza del Sol, centro neurálgico de la movida nocturna, donde los pinchadiscos prefieren el soul, funk y rock de calidad. La Bola de Cristal (13) (Padre Suárez, 2) se anima avanzada ya la noche y allí se escucha lo mejor del indie nacional y extranjero. Y después, a la cama, que ya es hora, sobre todo si decidió, horas antes, saltarse la siesta.

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De izquierda a derecha, la silueta de la escultura de <i>La Regenta,</i> frente a la catedral de Oviedo; el nuevo Palacio de Exposiciones y Congresos de Santiago Calatrava, y  la sidrería Terra Astur.
De izquierda a derecha, la silueta de la escultura de La Regenta, frente a la catedral de Oviedo; el nuevo Palacio de Exposiciones y Congresos de Santiago Calatrava, y la sidrería Terra Astur.GONZALO AZUMENDI Y PACO PAREDES

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Sobre la firma

Sergio C. Fanjul
Sergio C. Fanjul (Oviedo, 1980) es licenciado en Astrofísica y Máster en Periodismo. Tiene varios libros publicados y premios como el Paco Rabal de Periodismo Cultural o el Pablo García Baena de Poesía. Es profesor de escritura, guionista de TV, radiofonista en Poesía o Barbarie y performer poético. Desde 2009 firma columnas y artículos en El País.

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