PARA ESCUCHAR ENTRE LÍNEAS

Cuando editaron su primera colaboración, hace ya 13 años, Harvey era una estrella oscura convertida a su pesar en gran amazona del indie. Aquel disco fue un toque de atención, no se parecía demasiado a los de la musa. De esta segunda colaboración se puede decir lo mismo. Canciones escritas a medias que exploran estilos como quien se tumba en el diván del psicoanalista. El álbum se abre con rock casi stoniano, el primer y último asidero que dan al oyente. El resto discurre entre el blues abstracto y lo pastoral con algún acercamiento a Yoko Ono o a la desesperada parquedad de White chalk. Hace tiempo que Polly Jean pulverizó sus estereotipos, y ahora reitera su voluntad de mantenerse libre e inspirada. Para todo aquel que sepa escuchar entre líneas.