El Oporto perdona al Manchester
Un regalo de Bruno Alves y el ímpetu de Tévez impiden la victoria portuguesa en Old Trafford
Un error garrafal de Bruno Alves impidió la machada del Oporto en el Teatro de los Sueños de Old Trafford, donde el Manchester alargó a duras penas su racha de 21 partidos consecutivos sin perder. Un dato para la estadística que no tapa las señales preocupantes que el campeón de Europa emitió ante un rival envalentonado que le propuso un encuentro de ida y vuelta. La escuadra de Jesualdo Ferreira presentó su candidatura al trono europeo con un partido para el recuerdo, en el que Mariano González impidió sobre la bocina la remontada comandada por Tévez. Con razón Cristiano Ronaldo, muchos regates y demasiados malabares pero sin chicha, afrontaba la cita como un derby.
La exuberancia física del equipo portugués apaciguó los ánimos del grupo de Ferguson, donde el más sobresaliente fue Van der Sar. El portero holandés se ganó el jornal con un repertorio de paradas que desquiciaron a Lisandro. Desafortunado el delantero argentino, con la mirilla desviada más de lo previsto, el Cebolla Rodríguez dio un golpe sobre la mesa a los cuatro minutos con un remate cruzado, ajustado tras un despeje blandito de Evans.
MANCHESTER UNITED 2 - OPORTO 2
Manchester United: Van der Sar; O'Shea, Evans (Gary Neville, m. 73), Vidic, Evra; Fletcher, Carrick, Scholes (Tévez, m. 73); C. Ronaldo, Rooney y Park (Giggs, m. 59). No utilizados: Foster; Eckersley, Nani y Macheda.
Oporto: Helton; Sapunaru, Bruno Alves, Rolando, Cissokho; Lucho González, Fernando, Meireles (Costa, m. 80); Hulk, Lisandro y C. Rodríguez (M. González, m. 80). No utilizados: Nuno; Stepanov, Madrid y Farías.
Goles: 0-1. M. 4. C. Rodríguez. 1-1. M. 15. Rooney. 2-1. M. 86. Tévez. 2-2. M. 90. M. González.
Árbitro: Konrad Plautz (Austria). Amonestó a Bruno Alves y Helton.
45.000 espectadores en Old Trafford.
El extremo uruguayo está a años luz del volante liviano que naufragó en el Benfica. Anoche, con sus diagonales y su punta de velocidad, maltrató a conciencia a Vidic y compañía. Los centrales del Manchester terminaron desbordados frente a un colectivo con un plan sencillo y eficaz: aperturas a la banda de Lucho a Hulk o Rodríguez, con Lisandro atento al remate. Así de fácil, así de letal. Son las ventajas de la endeble Liga portuguesa, a la que el Oporto, arrogante y poderoso, considera su laboratorio de pruebas.
Sólo así se explican los deslices de Bruno Alves, que tiró por la borda la victoria en la casa del líder de la Premier con una asistencia de lujo a Rooney, que anotó el gol más fácil de su carrera al cuarto de hora. El pistolero, en fuera de juego -el pase rompió la regla-, sólo tuvo que regatear a Helton, que, para ser quien es, tuvo una actuación decente. El portero, más conocido por sus gazapos, sacó un par de manos de mérito a Rooney y Vidic.
Si Helton estuvo a la altura, Bruno Alves actuó a la contra. Mediada la segunda parte despejó con la mano una ocasión para Cristiano al borde del área. El central del Oporto fue un amigo para los diablos rojos. Por un momento, Tévez les salvó de meterse en un incendio de cuidado. Un tal Mariano les devolvió a una realidad incierta.
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