El Oracle negocia con el Alinghi una Copa con más equipos

El BMW Oracle explicó ayer que negocia con el Alinghi, defensor de la Copa del América, un protocolo para la 33ª edición. De pactar el contenido de este reglamento para la próxima Copa, estadounidenses y suizos permitirían al resto de equipos interesados participar en una edición que, por decisión judicial, podría reducirse a un cara a cara entre ambos sindicatos. Además, de volver al formato convencional, Valencia volvería a concursar como aspirante a acoger la competición, aunque en el comunicado el Oracle no habló de la posible sede.

La de ayer fue la primera noticia por parte de los implicados en el litigio tras conocerse el pasado jueves la sentencia del Tribunal de Apelación de Nueva York, que cerró un proceso de casi dos años que ha mantenido en ascuas a la Copa del América y a la ciudad de Valencia. La justicia terminó por dar la razón al Oracle, tras un sinfín de recursos, apelaciones, e intentos infructuosos de acuerdos extrajudiciales, con lo que éste sustituye al Desafío Español como Challenger of Record o primer desafiante del Alinghi.

La decisión judicial le da derecho al Oracle, en primer lugar, a retar al defender de la Copa en un duelo exclusivo que ganaría el mejor de tres regatas. Le da derecho, también, a pactar las normas de una competición abierta a más equipos. Es más, es la sentencia la que exhorta a que haya un intento de acuerdo entre los dos litigantes para no alterar el espíritu de la competición.

De hecho, desde el Oracle de Larry Ellison y con el laureado regatista Russell Coutts al frente, se lanzó hace unos meses un mensaje al resto de equipos: en caso de ganar el juicio, harían lo imposible por negociar "un protocolo justo" que permitiera celebrar una Copa convencional. Los sindicatos que hasta el pasado jueves trabajaban por estar en una 33ª Copa del América, hipotética, en 2010, recordaron al conocer la sentencia el compromiso asumido por Ellison.

No obstante, todos son conscientes de que el acercamiento puede ser meramente protocolario, como los otros tantos intentos de paz previos ante el fuerte desencuentro entre Ellison, o mejor, entre Coutts y Bertarelli, patrón del Alinghi.