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Un 'alunizaje', un robo a mazazos

y dos asaltos a hamburgueserías Los ladrones saquean cuatro establecimientos entre el sábado y el domingo

"¿Eres de donde han robado?", pregunta una señora a Marta, empleada de la perfumería Douglas. Efectivamente, la mujer trabaja en la tienda del 312 de la calle de Alcalá que sufrió el domingo a las siete de la mañana un alunizaje. Estrellaron un BMW contra el escaparate. Ayer todavía no sabía cuánto les habían quitado en perfumes y cremas, pero calculaba que mucho. "Todavía tenemos que hacer el inventario", aclaró. Los ladrones huyeron en dos coches. Con éste, son cuatro los asaltos que hubo en la región entre la noche del sábado y la mañana del domingo. En 10 horas hubo un alunizaje, un robo a mazazos y dos asaltos a hamburgueserías.

En Douglas llevan ya dos atracos en lo que va de año, y siete intentos de robo frustrados en los 10 años que lleva abierta la perfumería. Pero lo del alunizaje es una novedad, según explicó la trabajadora. A un vecino de la calle de José María de Pereda (donde está el escaparate que reventaron) el robo le pilló dormitando en el sofá. "Me pareció una especie de bomba. Me asomé al balcón, esperando ver humo, y vi tres coches, uno de ellos con el maletero delante de la perfumería, sacando cosas", recordaba un día después el hombre de 26 años, que no quiso identificarse. Fue cosa de minutos, contó. Luego los cacos se fueron haciendo patinar las ruedas del vehículo en el que escaparon, según el testigo.

"¡Me pareció una especie de bomba!", explicó un testigo del atraco en Alcalá

Ocho horas antes, el estruendo de cristales rotos sobresaltó a los vecinos del entorno del número 160 de la calle de Serrano, a pocos metros de la glorieta de la República Argentina. Cuatro hombres encapuchados y armados con mazas acababan de reventar la luna del escaparate de la perfumería Madrid París y habían forzado la reja de seguridad. Se llevaron entre 25.000 y 30.000 euros en perfumes.

"Les bastaron unos minutos", explicaba ayer Mara, la dueña del negocio. Los ladrones utilizaron dos cubos de basura que encontraron en la calle para hacerse con el botín, según indicaron varios testigos. Una vez llenos, vaciaron su contenido en el maletero de un coche, que conducía una quinta persona, y en el que huyeron a toda velocidad. El coche, un Audi A-6, había sido robado unos días antes, según contó un portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

"Hace un año también entraron de madrugada, pero esa vez estrellaron un coche en la entrada", recordaba la dueña de la perfumería. El uso de mazas es otro de los métodos que utilizan en ocasiones los grupos de aluniceros para cometer sus robos.

Apenas una hora antes, sobre las nueve y media, cuatro personas encapuchadas irrumpían en un restaurante de la cadena Burger King del centro comercial del paseo de la Ermita del Santo. "¡Que no se mueva nadie!", gritaron a los ocho empleados y a los cerca de 30 clientes que estaban en el local. Al menos dos de los atracadores iban con pistolas. "Dos se acercaron a las cajas y se llevaron el dinero de la recaudación, mientras los otros vigilaban que nadie se moviera", relató ayer una testigo. Huyeron a toda prisa con 1.200 euros, en un coche de color blanco que esperaba a la puerta, con otro de los ladrones dentro.

La policía cree que estas mismas personas atracaron 20 minutos más tarde otro restaurante de comida rápida, en este caso un McDonald's de Leganés, a pocos metros del centro comercial Parquesur. Se llevaron unos mil euros, varios teléfonos móviles y el bolso de un cliente.

Fachada de la perfumería Douglas, asaltada por los <i>aluniceros</i>.
Fachada de la perfumería Douglas, asaltada por los aluniceros.CARLOS ROSILLO

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