"De cabeza, no ganaréis ni una"
Guardiola alecciona a su zaga para combatir el juego aéreo de Ton
Le mandó tantos balones al área en el estadio Mario Rigamonti bresciano, se ha reído tanto cenando a su lado, le ha visto crecer tanto -futbolísticamente hablando, físicamente es imposible: mide 1,93m- y últimamente se ha pasado tantas horas ante la pantalla de su ordenador viendo acciones ofensivas del Bayern, preparando el partido, que ayer, Josep Guardiola, al término de la primera reunión con sus futbolistas para desmenuzar al rival alemán, avisó a sus defensas: "A Luca Toni no le vais a ganar ni una pelota por alto; preocupaos mejor por la segunda opción o lo pagaremos".
Caló el mensaje en el equipo, porque después de la sesión preparatoria, en la que participaron Gay Asulion y Jeffren, del filial, compareció Piqué en rueda de prensa para reconocer: "Luca es un jugador muy fuerte y muy alto. No podemos dejar que se gire, porque sabe ganarse los espacios gracias a su físico. Es importante que no le demos tiempo a pensar y a sacar o armar el remate". Y ahondando en esa idea remachó: "Intentaremos que no la toque de cabeza, pero es complicado".
El juego defensivo del Barcelona pide centímetros, o por lo menos así lo piensa el cuerpo técnico, y lo razonó ayer el central catalán del Barcelona: "El Bayern tiene muchos futbolistas que pasan del 1,80, así que mejor no darles opciones para que traten de sacar partido".
Eso es, prohibido hacer faltas, como bien sabe Sylvinho: no ha cometido ni una en los últimos nueve partidos de Liga. "No me dejan y soy muy obediente", bromeó el brasileño en el aeropuerto de Villanubla, al regreso, el sábado de madrugada, de Valladolid. Sylvinho se juega mañana el puesto con Puyol como lateral zurdo, porque la pareja de centrales parece condenada a que la formen Márquez y Piqué.
El mexicano y el catalán han jugado 19 partidos juntos, más que ninguna otra dupla (seis en la Champions, es decir, todos los partidos a excepción de la visita a Basilea y del intrascendente partido contra el Shakhtar) y han encajado sólo dos goles a balón parado, dato que avala su solvencia defensiva. Pique sólo suma una tarjeta en la Champions; Márquez y Busquets dos, y son los únicos jugadores del Barcelona que se perderían la vuelta si fueran amonestados. Ninguno de los dos, ni Márquez ni Piqué, han jugado antes un partido oficial contra el Bayern, lo que llevó a Piqué a reconocer que resulta un honor para él enfrentarse a los alemanes, un equipo para el que pidió respeto. Al central, en cualquier caso, le preocupa más Toni que el currículo del Bayern.
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