El BNG reconoce su "fragilidad organizativa e ideológica"
El análisis de la derrota del 1-M asume "desaciertos importantes" en la Xunta
El BNG se ha puesto autocrítico. La constante pérdida de apoyos en las autonómicas desde 2001, agravada el pasado 1-M con la pérdida de la Xunta, ha llevado a los nacionalistas a mirar hacia adentro y observar errores. Junto a factores externos como la "campaña demagógica del PP", el fracaso se explica por la propia "fragilidad del nacionalismo", tanto en lo organizativo como en la "vulnerabilidad ideológica de su base electoral". Por si fuera poco, los "desaciertos importantes" en la acción de Gobierno contribuyeron a llevar al BNG a su actual encrucijada.
Todos estos argumentos figuran en el documento político encargado a un grupo de trabajo nombrado por el Consello Nacional. El informe volverá este sábado al mismo organismo, para que lo deje listo para la asamblea extraordinaria del 10 de mayo. A lo largo de 14 páginas, un equipo liderado por el secretario de Organización en funciones, Alberte Ansede, evalúa el resultado electoral, perfila los objetivos políticos de la organización, se detiene en el reto de las municipales de 2011 y concluye con un llamamiento a la unidad y a la lealtad interna. La comisión, abierta a todos los militantes, contó con la participación de 27 personas, entre ellas Anxo Quintana, Francisco Rodríguez, Xosé Manuel Beiras, Camilo Nogueira y Carlos Aymerich. Las aportaciones que no fueron incluidas en el documento "de mínimos" serán tratadas como enmiendas al texto.
Los alcaldes y ediles de las ciudades se coordinarán con la dirección del Bloque
La pérdida de 41.000 votos en las autonómicas, que dejó al BNG en 270.000 apoyos y con un diputado menos, impiden sacar "conclusiones positivas" de la primera experiencia de Gobierno del nacionalismo gallego. Pese a los aciertos, la presencia del BNG en la Xunta pudo "desfigurar" la imagen del Bloque ante algunos sectores "dinámicos y transformadores". "A esto se unió alguna incongruencia de nuestro discurso nacionalista y transformador", que produjo "confusión" e "incomunicación con las clases y sectores sociales a los que se dirige el discurso del BNG".Respecto a la fragilidad del nacionalismo, el informe político considera que al BNG le hizo "más daño la falsa percepción" de imposición idiomática que la moderación de los avances lingüísticos, que considera "pequeños". El Bloque, además, "sobrevaloró" sus posibilidades de sintonía con los votantes "más proclives a dar su respaldo a los partidos del Gobierno por encima de otras consideraciones", pero tampoco acertó a diseñar medidas "que dieran satisfacción a los segmentos que demandaban un cambio hondo y rápido".
Dentro de una acción de Gobierno en las áreas nacionalistas "globalmente positiva", se dieron por lo tanto "desaciertos importantes", que provocaron "desmotivación en sectores tradicionalmente afines al BNG". El documento se refiere especialmente a errores de comunicación, al "exceso de apariencia continuista" y a "desajustes en la relación" del BNG con el Gobierno y la sociedad. El Bloque añade a esto una "desacertada política de medios de comunicación, públicos y privados".
El BNG asume una "dinámica continuada" de pérdida de apoyos entre la población joven y urbana, a la que debe prestar "especial atención". Ese objetivo conllevará una reforma de su "mejorable" estructura territorial y de Galiza Nova, su organización juvenil, para adaptarlas a las nuevas realidades. También aboga por institucionalizar con "actos simbólicos comunes" su relación con los movimientos sociales vinculados al nacionalismo.
El documento coordinado por Alberte Ansede traza las líneas básicas del trabajo de oposición en el Parlamento gallego, que deberá ser "firme". "El nacionalismo gallego tiene que ser vanguardia en la oposición, destinada a desvelar el verdadero significado de la política del PP", aconseja, aunque con "acuerdos tácticos con el PSOE" que favorezcan "la visualización de una alternativa democrática al PP".
También el trabajo en las Cortes se debe "redefinir y matizar". Hay que mantener un "perfil claro frente a la crisis" y conservar la disponibilidad a "acuerdos puntuales con el Gobierno español en beneficio de Galicia". El Bloque se mantendrá "como una fuerza de oposición", aunque "con la suficiente inteligencia para llegar a acuerdos puntuales con el Gobierno o con las otras fuerzas de oposición", excepto el Partido Popular.
El informe del Bloque se extiende sobre la importancia de la actuación municipal. Descarta una "revisión global" del pacto con el PSOE, aunque apuesta por "abordar abiertamente" los pactos con los socialistas "sobre la base de estrategias políticas comunes". En clave interna, reconoce el BNG su "carencia de un modelo de política municipal a nivel municipal", con una "excesiva atomización" de las asambleas y consellos locales. Y respecto a las ciudades, la importancia de la acción de gobierno "desborda los límites locales", por lo que aboga por establecer fórmulas que aseguren "la máxima coordinación e implicación de la dirección nacional en la política del BNG" en las urbes. Por todo ello, la organización nacionalista creará una Comisión Nacional de Política Municipal, que coordinará la estrategia hacia las elecciones de 2011, y elaborará un plan de trabajo para la recuperación del voto urbano.
El documento de análisis se cierra con un llamamiento a conservar la unidad del nacionalismo dentro de su actual modelo frentista. Todas las formas de entender el BNG son "legítimas", aunque con un límite, "el de la propia destrucción de la organización". Para ello, demanda "lealtad" y "discreción respecto de los debates internos".
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