Euskaltel espera mantener su beneficio y recortar los ingresos

El presidente de Euskaltel, José Antonio Ardanza, se mostró ayer muy gráfico a la hora de querer reflejar el impacto que la crisis puede tener en su empresa. Aseguró que una firma de telecomunicaciones es como una funeraria cuyo negocio aguanta bien el mal ciclo económico: la gente se sigue muriendo y se sigue comunicando.

Dicho esto, reconoció que Euskaltel también está notando los efectos de la coyuntura. Aseguró que los ingresos de la compañía se verán recortados este ejercicio, pero apuntó que espera mantener un resultado similar al del pasado año, en el que la empresa logró un beneficio neto de 29,2 millones de euros. En tiempos turbulentos las empresas cancelan líneas y que los particulares reducen el tiempo de sus conversaciones para ahorrar, explicó.

Vázquez Eguskiza alerta sobre el riesgo de entrar en deflación

Ardanza no se atrevió a hacer predicciones, aunque mira con preocupación a la situación de la economía mundial. Lo que sí dijo es que no espera que el cambio político en Euskadi que supone la llegada al poder del PSE-EE, gracias al pacto con el PP, altere la situación actual en su empresa. El Gobierno vasco cuenta con un 7% de la sociedad a través del EVE y de EITB. Añadió que el mercado de las comunicaciones suele ser bastante estable y se rige por la ley de las ofertas más competitivas. Los responsables de Euskaltel recordaron que no solo la Administración vasca es cliente suya, sino que también los son ayuntamientos en manos de socialistas, como los de Vitoria y San Sebastián.

El presidente de la patronal vizcaína, Cebek, José María Vázquez Eguskiza, quien participó en la rueda de prensa con Ardanza, ofreció una visión realista sobre la crisis, recalcando la dificultad de hacer predicciones acertadas sobre el futuro. Recordó que los efectos sobre el tejido industrial vasco son evidentes y alertó sobre el riesgo real de una deflación (un descenso continuado de los precios), que combinado con una recesión, que dio por hecha, colocaría a Euskadi en una situación desconocida hasta ahora.

Vázquez Eguskiza incidió en que las empresas deben aguantar porque la demanda está ahí y se recuperará en algún momento, aunque no se sepa cuando.