Vulnerabilidad e inquietante belleza
Luis Amavisca expone en Málaga 'Candor', una serie de fotografías con la mujer como centro
La galería Isabel Hurley acoge Candor, la primera exposición en Málaga del artista Luis Amavisca (Logroño, 1976). Con la palabra "candor" Amavisca se remite al estado de ingenuidad extrema, sin malicia alguna, sin mancha, que se representa con la blancura absoluta, inmaculada, también relacionada con la claridad, con la luz. Así lo ha plasmado el artista en una serie de fotografías sobre aluminio que potencian el efecto, con claro predominio de los blancos y premeditado empleo de los quemados. El primer sentido del uso del blanco en la exposición, aunque no el único, alude a la ingenuidad, la inocencia libre de maldad, carente de dobleces, del personaje principal: la mujer, cuyo cuerpo desnudo está cubierto únicamente por un polvo blanco, que expresa su condición y evidencia su vulnerabilidad.
El otro personaje, omitido, es la sociedad y aporta un significado bien distinto del color blanco: el de los espacios asépticos que perpetúan un modelo de dominación y exclusión de los diferentes, de las minorías, de los más débiles.
"Con Candor, Luis Amavisca construye un relato de recorrido circular en torno a un tema universal, para lo que parte de un caso concreto y muy próximo, del que logra trascender al evitar lo anecdótico, preservando sólo lo imprescindible para que la historia alcance a todos", explica Isabel Hurley, responsable de la galería.
La narración comienza con la primera fotografía de la sala y va elevando el tono dramático y la intensidad emocional hasta llegar al video escultura de la entrada, pieza con la que concluye. "La estructura es ordenada y nítida, basándose en la infalible regla neoclásica: presentación-nudo-desenlace. Así, vemos como el personaje principal, una mujer, que está sometida a la insoportable presión de su entorno, recorre con el espectador los estadios de una profunda crisis emocional que van desde la resignación hasta la desaparición, la invisibilidad. La asepsia sensorial en que aparece sumida, pese a experimentar reacciones, contrasta con los picos emocionales que sufre el espectador, a causa de su gran efecto de choque", añade la galerista.
En la galería Isabel Hurley. Málaga. Hasta el 18 de abril. Gratuita.
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