Boluda democratiza el voto por correo
La asamblea de socios del Madrid ratifica al presidente, que anuncia elecciones "como máximo para el 14 de junio"
Vicente Boluda tardó nueve horas en atravesar su particular desierto. Nueve horas de pie. El torso erguido, la raya del pelo bien marcada en lo más escarpado de su cráneo engominado, la mirada de patrón condescendiente, escuchando a unos cincuenta socios compromisarios lanzándole embates, uno tras otro, como olas que rompen contra la roca y debatiendo con todos. Así, de ocho de la mañana a cinco de la tarde. El tiempo que duró la asamblea general extraordinaria del Madrid, convertida en una lucha multitudinaria por sacar al club de la ciénaga institucional en la que se encuentra hundido. Al cabo de la jornada, Boluda se tambaleó y celebró algo que vivió como un triunfo personal. Primero, su ratificación como presidente, con 943 votos a favor de los 1.217 emitidos, el 77,49%. Después, el cambio de cuatro de los cinco miembros de la junta electoral, órgano fundamental del gobierno del club y fiscalizador de las elecciones presidenciales. Por último, Boluda consiguió aprobar una reforma del sistema electoral del voto por correo, que a partir de ahora no podrá recaudarse por las candidaturas, sino que se tramitará a través de Correos con los instrumentos garantistas del modelo democrático que prevé la Ley Electoral General.
El voto se tramitará de la misma manera que el de las elecciones generales
El mandatario celebró su continuidad, avalada con el 77% de los sufragios emitidos
En las próximas citas con las urnas habrá un sistema como el de las elecciones generales. Tal y como lo explicó Boluda, el socio podrá solicitar al club el certificado electoral y enviar una dirección para recibirlo. El club, a su vez, comunicará la dirección a Correos, que se encargará de enviar la documentación al socio. Cuando éste haya votado, se personará en una oficina de Correos con su sobre para identificarse. Una vez hecha la recaudación, Correos enviará una lista con los nombres de los votantes (para que no repitan en el voto presencial) y los sobres.
Desde las elecciones presidenciales de 2006, denunciadas por el fraude del voto por correo, y sobre todo desde la última asamblea de compromisarios, el pasado 7 de diciembre, reventada por la presencia de infiltrados que propiciaron el pucherazo y la dimisión del entonces presidente Ramón Calderón, el Madrid ha vivido en un remolino. Boluda, que heredó el sillón en funciones a mediados de enero, vio cómo su credibilidad se iba carcomiendo con los días. Al empezar la jornada de ayer, lo primero que hizo, de pie ante sus directivos, fue un acto de contrición: "Pido disculpas en mi nombre y en el de mi junta en la medida en que hemos podido afectar a la estabilidad de esta institución".
Boluda no exhibió dotes de gran orador ni se reveló como una figura carismática. No logró fascinar a la audiencia. Cuando anunció elecciones, "como máximo para el 14 de junio", los compromisarios se le revolvieron. El primer socio en subir al estrado le lanzó un mandoble: "Usted y su junta debieron presentar la dimisión...". Así siguieron todos. Y a todos respondió. Por momentos, Boluda se representó como un hombre castigado, vacilante. A punto de no ser ratificado por una sucesión de asambleístas airados. Nada de eso sucedió cuando, al cabo de cuatro horas de paliza, los más de 1.200 asistentes acudieron a las urnas. Allí, Boluda salió vencedor. Entre los partidarios del sí destacó Eduardo Fernández de Blas, portavoz de la plataforma opositora Ética Madridista. Fue el primer paso, la primera de las dos votaciones, que le convertían en el conductor de esta especie de transición. "Yo me veo como Adolfo Suárez", ha dicho Boluda.
El punto más trascendental de la velada fue la modificación del artículo 25 de los Estatutos. Este artículo prescribía lo que muchos compromisarios denominan "voto recaudado" y que ayer liquidaron. La vieja norma decía que "se admitirá el voto por correo a cursar por correo certificado y que podrá ser tramitado y enviado a través de las candidaturas proclamadas". Este precepto, incluido por el ex presidente Florentino Pérez en los Estatutos de 2004, fue, según la mayoría de los compromisarios, el causante del fraude electoral de las elecciones de 2006, cuando un juez lo declaró nulo. Boluda se mostró especialmente entusiasmado con esta resolución: "He convocado esta asamblea fundamentalmente para que se modificara el voto por correo. La decisión final demuestra que el madridismo sigue vivo". Fue la votación más reñida. Hubo 720 votos a favor, 244 en contra y 10 abstenciones. La mayor opositora a este cambio fue la facción que apoya Florentino Pérez, presente en la asamblea mediante cuatro directivos de su época, su hijo Chimo, su hija Cuchi y su hombre de confianza, el ex director general de la Presidencia, Manuel Redondo. La medida, en cambio, entusiasmó a parte de la oposición. Así, Eugenio Martínez Bravo, presidente de Plataforma Blanca, que se oponía a la alternativa propuesta por Ética Madridista del "sistema notarial", destacó la importancia de la medida aprobada. "Acabar con la recaudación era la única forma de poder tener unas elecciones limpias. De la otra manera, era como jugar un partido sin portero", dijo.
Después de que los sufragios sancionaran su propuesta, nueve horas después, Boluda se mostró agotado y satisfecho: "Mi ratificación es el inicio del camino final de mi trayectoria. Esta asamblea había que convocarla aunque no se hubiera anulado la precedente. Había que hacerla por el voto por correo. Creo que debía pasar por ahí para pacificar el club. Había que convocar unas elecciones y había que hacerlo sin meternos en el charco en el que hemos estado antes. Éstas había que convocarlas con el voto por correo reformado. La aprobación de la reforma demuestra que el Madrid está vivo y que el madridismo está vivo. La gente quiere al Madrid. Ahora, para rematar la paz social, hay que celebrar unas elecciones. Yo quiero poner las bases para empezar de cero".
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