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Reportaje:

Canas al poder

Las pantallas y los escenarios se llenan este año de actores mayores de 60 años

Parafraseando el título de la novela de Cormac McCarthy se podría decir que el mundo del espectáculo "no es país para viejos". O al menos no lo era porque el 2009 ha traído la revolución silenciosa de los que peinan canas. El más veterano, Kirk Douglas, que ha vuelto a los escenarios a sus 92 años aunque sólo por cuatro funciones. Lo ha hecho porque ha querido y podido. Las razones son más diversas con el resto del reparto por encima de los 60 que plaga los últimos estrenos de teatro y televisión. Incluso de cine, teniendo en cuenta el pasado éxito del último Indiana Jones de Harrison Ford (66 años) y del musical Mamma Mía! que protagonizó Meryl Streep al borde de los 60. Jane Fonda está de regreso en Broadway tras casi medio siglo de ausencia y 71 años de vida a sus espaldas. Ya la dan por ganadora del Tony con Dianne Wiest (60 años) y Joan Allen (una jovencita con 52) como contrincantes. Eso hasta el próximo estreno teatral en Nueva York de Angela Lansbury a sus 83 soles.

Series como 'daños y perjuicios' son la revolución del prejubilado

Y en Londres los escenarios no son más juveniles con el regreso de Judi Dench (74) con MadameDe Sade y la puesta en escena de Las chicas del calendario, comedia británica sobre un grupo de jubiladas con intenciones de editar un calendario a lo Playboy. "Me siento una privilegiada por pasarme tanto tiempo entre mujeres por encima de los 60. Son difíciles de ver en mi país y en mi profesión", se explaya Sally Field, otra de las afortunadas que a sus 62 puso un nuevo Emmy en su carrera con la serie Cinco hermanos. Otras series como Daños y perjuicios, en su segunda temporada son la revolución del prejubilado, con Glenn Close y William Hurt en los papeles centrales.

El porqué del ímpetu laboral entre los canosos es diverso. Lansbury se ve empujada por las manecillas del reloj. "Sólo me quedan unos pocos años", declaró a la prensa. El blog de Jane Fonda exuda lo que siempre motivó a esta rebelde de Hollywood, las enormes ganas de romper el molde.A todos les ayuda lo que Variety llama "fragmentación" de la televisión, con un mayor número de canales donde no todos tienen como meta ese público por debajo de los 40 con el que Hollywood está obsesionado. Además de la presencia cada vez más pronunciada de ejecutivos que peinan canas en los puestos de decisión. Pero sigue siendo una guerra de guerrillas donde cada uno sigue su propio credo. Fonda descarta la vanidad y resalta lo duro que es ver que es "una vieja, una abuela". Como dice Field la motivación es otra: "Soy lo que soy. Y ser una actriz joven ya no es una opción así que soy una actriz madura. Y espero seguirlo siendo como todas las mujeres que envejecen trabajando".

Meryl Streep el pasado septiembre en el Festival de Cine de San Sebastián.
Meryl Streep el pasado septiembre en el Festival de Cine de San Sebastián.JESÚS URIARTE

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