El turismo planta cara a la crisis

A las puertas de la que será la primera gran prueba de fuego para el turismo nacional, las vacaciones de Semana Santa, el sector respira hondo mientras trata de atraer el mayor número de clientes en plena crisis. El año pasado, la actividad turística logró esquivar en parte los efectos más duros que se derivan de la mala situación económica internacional, ya que la crisis se dejó sentir sobre todo a partir de la segunda mitad, una vez pasado el plato fuerte de la temporada que sigue siendo el verano. En 2009, la marea ya ha llegado a la orilla y el ingenio se agudiza con la esperanza de que los ciudadanos no renuncien a sus épocas de asueto.

En este contexto de incertidumbre sube el telón la quinta edición de la Feria Internacional de Turismo Comunidad Valenciana, un certamen joven y más pequeño que otros que se organizan a nivel internacional, pero que defiende la cercanía y una oferta que posibilita la experimentación sobre el terreno como factores de diferenciación y valor añadido. "La forma en la que se presenta la oferta y la interacción es lo que más nos diferencia", resume Maitena Fradua, directora de la feria.

El certamen, que albergará Feria Valencia entre el 3 y el 5 de abril, aglutina en una superficie de 29.000 metros cuadrados la oferta turística de 120 municipios del territorio valenciano, de 14 comunidades autónomas y de 11 países extranjeros. La feria está abierta al público. En el apartado expositor, las principales novedades proceden de fuera de la Comunidad Valenciana. Extremadura, La Rioja y País Vasco son las tres comunidades que estrenarán su oferta en esta feria. En cuanto a la presencia internacional, este año crece con Costa Rica, Portugal y Puerto Rico, este último en calidad de país invitado.

Y junto a la oferta institucional, la más potente, la presencia del sector privado supondrá un 20% de los expositores. En conjunto, 144 expositores directos, cifra ligeramente inferior a la de 2008, que se eleva hasta 515, sumando los indirectos. "Un éxito en los tiempos que corren", dice Fradua.

La feria cuenta cada año, a modo de evento previo, en este caso se celebrará el 2 de abril, con la llamada Bolsa de Contratación, una cita que pretende facilitar el contacto entre compradores y vendedores. En esta edición se han inscrito más de 70 vendedores de la Comunidad Valenciana y provincias limítrofes, y un centenar de compradores nacionales y de 19 países extranjeros.

La organización destaca que en esta edición del foro de negocios ha crecido la presencia de comercializadores vía Internet, una fórmula cada vez más utilizada por el consumidor. El turismo de negocios, las escapadas de fin de semana o el enoturismo son tres vertientes que la organización destaca por el creciente interés de los operadores turísticos. Y dentro del propio certamen, la organización ha apostado mucho este año por potenciar el "turismo experiencial" y organizar "una feria más interactiva" que supere al socorrido folleto informativo como reclamo. Para ello pone sobre el tapete la plataforma TCV Experience, que presentará las propuestas de turismo activo de los expositores, entre ellas, demostraciones de tiro con arco, mountain bike, talleres de artesanía, degustaciones o bailes regionales.

Durante la celebración del certamen, finalmente, las actividades paralelas pivotarán sobre tres ejes: una reflexión sobre cómo afrontar la crisis, las redes sociales como realidad hacia la que hay que aproximarse y el turismo accesible para viajeros con discapacidad. "Vamos a tener que readaptar toda nuestra oferta, mentalidad y la forma de relacionarnos con los clientes a los nuevos tiempos", argumenta Fradua.