_
_
_
_
Tentaciones
Entrevista:EN PORTADA

SOLO

pEte Doherty ya no sale tanto en la prensa. Por varios motivos: el final de su relación con Kate Moss le dejó sin portadas; su tendencia a delinquir parece haber amainado, y se retiró a París para trabajar con algo de intimidad. Allí iba a ser esta reunión. Pero hay cosas que no cambian: la noche antes, una nueva noticia. Doherty se ha escapado a Inglaterra. Pasa una semana en paradero desconocido hasta que se materializa, de la nada, en Londres.

Sin embargo, hay voluntad de cambio: su primer disco en solitario, Grace / Wastelands, lo firma como Peter, no Pete, un diminutivo que, parece ser, nunca le gustó. Aunque tampoco entierra el pasado: el disco combina temas nuevos con otros antiguos. Desde que estaba en The Libertines, escribe canciones que interpreta en salas de estar y aparcamientos, y luego las sube a su página web. eBay está lleno de discos con maravillas olvidadas suyas.

"A veces tocas sin saber por qué. Éste debería ser el oficio más maravilloso del mundo y, sin embargo, te sientes como en el infierno"

Quedamos en la suite de un exclusivo hotel del centro de Londres. Por ahí se pasa para saludar su amigo el rapero rastafari General Santana antes de retirarse a la habitación contigua, donde, tras la entrevista, se celebrará una fiesta de dos días que hará temblar las paredes.

En persona no es el tipo problemático que uno espera. Encantador, su única petición fue una coca (la líquida), que se sirve en su vaso de ron.

EP3. Aparentemente, nadie le molesta en las calles de París. ¿Es así?

Pete Doherty. Sí. Es extraño; cada dos minutos alguien me para en la calle para decirme lo genial que debe ser que nadie te pare en la calle cada dos minutos. Pero el acercamiento es más inocente: se trata de colegiales, melómanos… Nadie te grita cosas sobre drogas o temas así.

EP3. Describa su rutina allí.

P. D. ¿Sinceramente? [Sonríe]. Me levanto, doy un pequeño paseo, tomo demasiados cafés y fumo de más… Bueno, nunca se toma demasiado café ni se fuma demasiado. He hecho amigos. Me encanta la forma en que se puede pasear junto al río. ¿Conoce París?

EP3. Sólo de verlo en películas.

P. D. Pues es así; puedes vivir en una película. Caminas y enseguida te topas con músicos improvisando con guitarras, fumando porros sentados en círculo.

EP3. ¿Por qué un disco en solitario?

P. D. Bueno, los fans de The Libertines, Babyshambles [su actual banda] o de Doherty verán la lista de canciones y pensarán: "Espera, ésta la conozco. Y esa lleva años sonando…". Hay canciones que existen desde hace tiempo, pero que no me resultaban cómodas. Lo que pasa es que me dejo llevar con facilidad; no es que no crea en mí, pero cuando el productor Stephen Street me dice: "Éste es una gran tema, quiero grabarlo y estará en el disco", entonces, ¡zas!, nos lanzamos a ello.

EP3. ¿Tenían esas canciones que madurar o es que éste era su momento y su lugar?

P. D. No lo sé. Siento curiosidad por averiguar lo que la gente piensa de ellas, en especial la crítica, porque uno no puede fiarse de determinadas opiniones. La crítica las mirará de forma menos subjetiva y verá los fallos. Eso espero en realidad.

EP3. ¿Le da miedo?

P. D. Pues… En rehabilitación me decían continuamente que tenía problemas de autoestima, así que me lo creí, pero no lo asumía. Ahora puedo verlo porque no creo a la gente que me dice que le encanta el disco. A lo mejor es sólo que soy un retorcido. Mi carrera ideal sería grabar temas nuevos una vez al mes el resto de mi vida.

EP3. ¿Cuál será el primer sencillo?

P. D. [Risas]. No debería decirlo, pero no veo ningún sencillo ahí, amigo. No lo veo comercial. No veo ningún éxito claro. Pero tampoco creo que eso sea malo.

EP3. Graham Coxon, el guitarrista de Blur ha sido una parte fundamental, ¿no?

P. D. Sí, ha tocado en muchos temas. Ha pasado más tiempo en el estudio que yo. Siempre me he sentido un poco confuso respecto a él. Me acuerdo que cuando yo era un quinceañero que escuchaba Pet Shop Boys, un chico del instituto que tenía algo de mod me dejó una cinta de Blur con una canción que decía… [canta] "Bank holiday comes six times a year" (Bank holiday, de Parklife, 1994). Y yo me pregunté: "¿Qué es esto?". Le dije: "Me ha gustado la cinta, esa canción es bastante rápida". Y él me dijo: "Sí, es punk. Depende de tu estado de ánimo". Y fue como si algo hiciese clic dentro de mí. Por lo visto, siempre me ha gustado Coxon. Al principio me intimidaba un poco, pero cada vez que nos veíamos todo se volvía más natural. Una vez tocamos una canción juntos en un concierto; me miró a los ojos, hizo algún comentario sobre una enfermedad mental, mojar la cama o algo así, y, simplemente, me cayó bien. Cumplimos años el mismo día. Me entró pánico cuando dijo que le entusiasmaban cosas que yo había hecho.

EP3. De los distintos Pete Dohertys que retrata la prensa, ¿cuál es el auténtico?

P. D. Es imposible responder. Como en Bank holiday: depende del estado de ánimo. A veces creo que soy el Pete que está ahí para toda la gente que le quiere y que siempre lo estará, y que luchará por aquello en lo que cree. Aunque eso no es siempre así, ¿sabe? No creo haber sufrido un bloqueo grave como autor, pero a veces uno lucha por encontrar su ritmo. Saltas al vacío, tocas sin saber por qué y te sientes incoherente. Ésta debería ser la experiencia más maravillosa del mundo, aquello con lo que soñabas cuando pensabas en alistarte en el ejército o vendías palomitas o Dios sabe qué; y, sin embargo, te sientes como si estuvieras en el infierno y sólo deseas volver al ejército o a hacer palomitas. Aún trato de habituarme a la música. Quiero tener la oportunidad de… no sólo de tener éxito, sino de hacer algo que me satisfaga, que sea honesto conmigo mismo.

EP3. Hay bandas que le han imitado. Pero algunas, más que por su ambición musical, por la fama salvaje asociada a ella.

P. D. No hay que ser músico para correrse una buena juerga. Una chica me dijo [pone acento estadounidense]: "Mi papá era el músico más grande que ha existido". Y yo le pregunté quién era. Y ella: "Era un yonqui, dejó que las drogas se quedaran con lo mejor de él y nunca aprovechó su potencial. Pero, tío, era el mejor.".

EP3. El General Santana me pidió que le pregunte por The Libertines.

P. D. El General siempre está con lo mismo. Se mete en unos berenjenales… Habla sobre la crisis y Kate Moss; no sabe en lo que se mete [risas]. Tiene ideas románticas sobre lo que me conviene, lo que no y los finales felices, pero parece que se olvida de cómo eran las cosas. No voy a engañarme sólo porque El General tenga una visión de lo que es bueno para mí.

EP3. ¿Habrá gira en solitario?

P. D. Bueno, sí, pero estoy atrapado con las finanzas; los jodidos impuestos me tienen con el agua al cuello. También me ahogan los juicios pendientes. Por no hablar de que hace año y medio que no conduzco un coche por culpa de varias denuncias. Y sigo pagando cantidad de multas gracias a que personas como El General decidieron coger prestados coches que están a mi nombre. Así que para cuando se publique el disco podría estar otra vez encerrado.

EP3. ¿Se siente feliz como es ahora?

P. D. Sí, sí. Las cosas se han asentado. A decir verdad, no he tenido mucha opción, porque la situación se estaba volviendo ridícula. La gente empezaba a caer como moscas y los demás están limpios. Pase lo que pase, y aunque vaya a tientas, me temo que voy a seguir mucho tiempo, hasta que llegue el día en que produzca algo de lo que esté satisfecho y me haya demostrado que soy un compositor. Me motiva eso. Lo necesito, porque es todo lo que tengo. n

Grace / Wastelands se edita el lunes en EMI.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_