Los expertos del G-20 piden el control público de los sueldos de la banca
El comité técnico plantea extender la supervisión a las agencias de 'rating' - Se recomienda un esquema de provisiones similar al del Banco de España
Los multimillonarios bonus con los que las entidades financieras premiaban el logro de beneficios rápidos y la alegría con la que las agencias de rating dieron la máxima calificación a títulos que luego resultaron incobrables están en el tuétano de la crisis financiera. El G-20 encargó a uno de los cuatro grupos de expertos constituidos tras la cumbre de Washington que hiciera recomendaciones sobre cómo tapar estos agujeros negros del sistema. La respuesta es nítida: frente a la autorregulación imperante, más control público.
Los grupos de trabajo están emplazados para ofrecer sus conclusiones antes de la próxima cumbre, el 2 de abril en Londres. Pero ayer el portal breakingviews.com divulgó un informe de este primer grupo, elaborado en febrero. Un portavoz del Gobierno británico confirmó su autenticidad, aunque matizó que varias recomendaciones fueron sustituidas por propuestas más concretas en la reunión de ministros de Finanzas del fin de semana pasado, también en la capital británica.
- Examen a las remuneraciones en otoño. El grupo recalca que en el sector financiero se fijaron cuantiosas retribuciones "sin tener en cuenta su incidencia sobre la gestión de riesgos". El comité recomienda a las entidades que establezcan un sistema de control para garantizar que el esquema de retribuciones no promueve decisiones demasiado arriesgadas. También plantea que los bonus se liguen a objetivos a medio plazo y no a los beneficios anuales. Y que la parte variable de la retribución varíe de "forma simétrica" a los resultados, lo que limitaría el cobro de compensaciones multimillonarias aún en caso de pérdidas, como ha ocurrido hasta ahora.
Pero el grupo da un paso más: las entidades deberían informar antes de otoño de sus decisiones en este área a los supervisores nacionales, que "tendrán en cuenta el diseño del sistema de remuneraciones al evaluar la gestión de riesgos". Si comprueban que las retribuciones incentivan riesgos excesivos, podrán plantear a la entidad que las modifique. Eso sí, el comité desaconseja que los supervisores fijen los niveles de remuneración. De la obligación de publicar de forma individual los salarios de los ejecutivos, como propone España, no se dice nada en el informe.
- Agencias bajo control. La organización internacional de comisiones de mercados de valores ya publicó hace un año un código de buenas prácticas para las agencias de calificación, en el que se elevan los requerimientos de transparencia en sus procesos de evaluación, se insta a hacer calificaciones específicas para los derivados financieros y se aboga por separar de forma nítida el negocio de la calificación del negocio de diseño de productos que luego van a ser calificados.
"La autorregulación no es suficiente", objeta el informe. El grupo recomienda que en el registro de las agencias, en marcha en varios países (hasta ahora sólo estaban registradas en EE UU), se dé la potestad a los supervisores para examinar el cumplimiento de esos objetivos y reclamar cambios en su gestión si es necesario.
- Medidas anticíclicas. El informe plantea que el Foro de Estabilidad Financiera desarrolle antes de otoño una guía básica para que supervisores y reguladores limiten la toma de riesgos por comportamientos exacerbados por las etapas de bonanza o crisis económica. Una de las recomendaciones es promover un sistema de provisiones dinámicas (reservar más dinero para cubrir insolvencias en el futuro cuando más crédito se otorga), similar al de Banco de España.
- Más capital. La crisis ha desvelado que entidades vitales para el sistema no tenían capital suficiente para afrontar la devaluación de sus activos. "Los supervisores deben promover la constitución de colchones de capital en los tiempos de bonanza", dice el grupo de expertos. Sin embargo, cree que los requerimientos de capital mínimo no deben elevarse ahora, ya que podría rebajar aún más el margen de maniobra de las entidades para otorgar créditos a empresas y familias.
Discrepancias sobre los 'hedge funds'
El grupo que dirige el gobernador adjunto del Banco de la Reserva de India,
Rakesh Mohan, hace notar las discrepancias de sus miembros (representantes de países del G-20, entre los que no hay ningún español) en varias áreas. La más llamativa es la que se refiere a los fondos de alto riego, un debate que reproduce el enfrentamiento entre EE UU y Francia.
"Algunos miembros del comité han propuesto que se recomendara una supervisión directa sobre los hedge funds
, mientras que otros argumentan que la efectividad de la supervisión indirecta [sobre los brokers que materializan sus operaciones] muestran que no deben incluirse entre las medidas prioritarias", dice el informe. El grupo plantea, en todo caso, que los supervisores pueden incluirlos en su radio de acción si consideran que tiene un peso determinante en el sistema.
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