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Reportaje:Fútbol europeo

Bayern o Múnich

El equipo bávaro domina en Europa y la pifia en Alemania

Jordi Quixano

El Bayern de Múnich tiene dos versiones. La frágil y poco resolutiva que muestra en la Liga alemana, en la que es segundo -un caos si se atiende a la diferencia de chequera respecto a sus rivales-, a cuatro puntos del Hertha de Berlín, y la incontestable e incisiva que luce en la Copa de Europa -sólo ha concedido dos empates y cinco goles en ocho partidos-, en la que ha descontado adversarios con suma facilidad y efectividad. Ahora, en los cuartos de final de la Champions, se batirá con el Barça. Un designio de buen gusto para su técnico, Jürgen Klinsmann, tan discutido durante el curso como elogiado en el último mes y que propone un fútbol moderno y chocante para la filosofía alemana.

Los de Klinsmann sólo han concedido dos empates y cinco goles a lo largo del torneo

Muchos equipos germanos todavían desarrollan la idea acuñada en las décadas de los ochenta y los noventa del siglo pasado, catapultada por un líder natural (estilo Stefan Effenberg), cuando primaba la fuerza y el orden sobre el buen toque o la circulación del balón. Klinsmann, que se trajo consigo un equipo de trabajo norteamericano, como el segundo técnico, el mexicano Martín Vásquez, se rebeló con fiereza. "El jugador alemán se desprende de la pelota con un segundo de retraso que el inglés", aseveró al aterrizar en el Allianz Arena al tiempo que exigía ampliar los campos de entrenamiento, construir una biblioteca o colocar estatuas budistas en el comedor del equipo. Demasiados cambios para no ser criticado incluso por el director deportivo, Uli Hoeness. Se impuso la voluntad continuista del presidente, Franz Beckenbauer, y los doce goles al Sporting de Lisboa en Europa -sumados a la manita sobre el Hannover y otras tres dianas al Bochum- le regalaron al entrenador un partido extra, un enfrentamiento con el Barça. "Es un gran estímulo medirnos con el mejor equipo del mundo", convino Klinsmann; "sus jugadores son excelentes y la pelea será un gran aliciente". Henry recogió el testigo desde Barcelona: "Aunque nunca se sabe, los ingleses parecían más peligrosos".

En Baviera se instaló el respeto desde el sorteo. "El Barça es un gran equipo y el claro favorito", apuntó Karl-Heinz Rummenigge, director general. "Nuestro objetivo mínimo, ante 100.000 espectadores en el Camp Nou, debe ser no perder", abundó Van Bommel, ex azulgrana. "Me habría gustado evitarlo porque necesitamos tener dos buenos días", reseñó Lahm. "Dos actuaciones supremas", remarcó Altintop. Pero Klinsmann, incoformista por naturaleza, reivindicó: "Todo es posible".

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