Psicólogos en la oficina del fiscal

El fiscal jefe de Madrid, Manuel Moix, ha puesto en marcha en la Comunidad un departamento pionero en España. Las víctimas y testigos que se vean envueltos en pleitos y sufran la irritante burocracia policial y judicial, cuando no el olvido, ya disponen de un sitio al que acudir para reclamar. Indemnizaciones judiciales que no se cobran, investigaciones que se eternizan, testigos protegidos que delatan tramas criminales y luego quedan desamparados...

No será el frío buzón instalado en algunos juzgados y normalmente inoperante que engulle quejas y casi nunca ofrece respuestas. Cinco fiscales, coordinados por el ex teniente fiscal Pedro Martínez, atenderán a víctimas y testigos en la sede del Tribunal Superior de Madrid, en la calle de Barquillo.

El departamento empezó a funcionar el lunes y ya ha atendido una veintena de reclamaciones. Muchas, curiosamente, de parados que piden ayuda al fiscal al sentirse "víctimas de sus empresas". Pero no es ése el cometido de esta oficina: "El proceso judicial no puede convertirse en una espera angustiosa ni en un sufrimiento adicional de quien ha decidido colaborar con la justicia, como ocurre ahora", señala Martínez. De lunes a viernes habrá un fiscal de guardia, provisto de un equipo de psicólogos, en la misma sede del Tribunal Superior, y en coordinación con la policía y la Guardia Civil. "Queremos que las víctimas reciban información del proceso de una forma sencilla, explicarles qué pasará con su denuncia, o en qué fase se halla, detallarles sus derechos y, en su caso, hacer las gestiones oportunas con los juzgados que lleven sus causas", subraya Martínez.

La preocupación básica de este pionero departamento será, además, proporcionar asistencia psicológica a las "víctimas que hayan podido sufrir un traumatismo emocional". Para lograr todos estos objetivos, Moix incorporará las 34 oficinas judiciales de la Comunidad, que cuentan con servicios de orientación jurídica y psicológica.

Los testigos protegidos recibirán una atención especial. Ni Moix ni Martínez quieren que se repitan casos de desprotección como, por ejemplo, el testigo que ayudó a la policía a impedir el intento de asesinato del actual fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, a quien unos sicarios pusieron en su diana por orden supuestamente del abogado Pablo Vioque. Tras colaborar, las muchas promesas policiales se quedaron en agua de borrajas y el testigo quedó a merced de la mafia, sin dinero para mantener a su familia y viviendo casi de la caridad.

El secretario de Estado de Interior, Antonio Camacho, ha hablado con Moix y Martínez y ha ofrecido toda su colaboración para que esta iniciativa llegue a buen puerto. Ya se ha comprometido a dotar el servicio con una unidad específica mixta de policía y Guardia Civil.