Invitación oficial del Tour a Contador
El ganador de 2007 no pudo correr en 2008 por el castigo de la 'grande boucle' al Astana
Francia, que apenas conocía a Alberto Contador, se enamoró del ciclista de Pinto la pasada semana. Su forma de correr, generosa, valerosa, a veces inconsciente en el sentido de que dejaba el cálculo en un segundo plano, disciplinada, y su derrota final en la París-Niza, encima, conquistaron a una gente que históricamente ha preferido a Poulidor, el luchador sin fortuna, sobre Anquetil, la IBM sobre ruedas, a Ocaña, el perfil trágico, derrochador, autodestructivo, sobre Merckx, el eterno vencedor. "Quizás por eso me voy más satisfecho de Niza que de otras carreras que había ganado", dice Contador. "Me ha venido bien".
Francia no conocía apenas a Contador, pues cuando el español ganó el Tour, en 2007, sólo ocupó las primeras páginas, los tres últimos días, y nunca el protagonismo absoluto de una carrera asombrada por la expulsión del ganador seguro, Rasmussen. Desde julio de 2007 hasta hace 10 días, Contador no había corrido en Francia, pues el Tour había castigado a su equipo el Astana, por los pecados cometidos por Vinokúrov y Kasheckin, los corredores emblema del equipo antes del desembarco de Johan Bruyneel. Esta incongruencia histórica, que permitió a Contador engrosar su palmarés con el Giro y la Vuelta, se había corregido ya de una manera fáctica -síntoma del cambio de alcance sísmico que ha experimentado la filosofía de los dirigentes ciclistas los últimos meses-, pero cobró ayer carácter oficial cuando el Tour público la lista de los 20 equipos invitados para la edición de 2009, que partirá el 4 de julio de Mónaco, y que son, aparte del Astana: Cervélo, de Carlos Sastre, ganador en 2008, Caisse d'Épargne (Valverde), Euskaltel (Antón), Ag2r, Agritubel, Bouygues, Cofidis, Française des Jeux, Quick Step, Silence, Columbia, Garmin, Lampre, Liquigas, Rabobank (Freire), Skil, Milram, Saxo Bank (antiguo CSC) y Katusha. Diecisiete de los 20 equipos forman parte del ProTour, todos menos uno de esta liga: la excepción es el Fuji-Servetto, heredero del Saunier Duval, castigado por los positivos de Riccò y Piepoli.
"Alberto es el mejor del mundo", dice Armstrong, "pero es demasiado nervioso"
La invitación al Astana incluye, evidentemente, al regresado Lance Armstrong, el tejano que se retiró en 2005, desde el podio de su séptimo Tour victorioso, y que ha vuelto este año al ciclismo. Antes del Tour, carrera en la que, si no se siente con capacidad de victoria, trabajará para ayudar a Contador, Armstrong correrá el Giro, y antes aún, la próxima semana, la Vuelta a Castilla y León, donde correrá, por primera vez en su vida, codo a codo con Contador. Será el ensayo general con todo de una cohabitación que despierta, por ahora, más interrogantes, por la falta de comunicación aparente entre ambos, que certezas. Desde la concentración del equipo en California, en febrero, el tejano y el de Pinto no han tenido una conversación cara a cara, lo que quizás sea la causa de que cuando Armstrong habla del ganador del Tour de 2007, lo haga como si se refiriera a una persona con la que no tiene relación, como si analizara a un corredor de otro equipo. Por ejemplo, ayer, en L'Équipe. "Es el mejor del mundo", dice Armstrong del español. "El único punto negativo, y lo digo con mucho respeto, es que es demasiado nervioso. Y es demasiado fuerte para estar tan nervioso. No lo necesita. El equipo es fuerte, tiene un buen director. ¿Por qué perder los nervios? Puede aprender mucho todavía, de mí, de Bruyneel. Sabemos mucho de ciclismo los dos. Lo mejor que puede aprender es a calmarse".
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