Osasuna pierde el paso
El Sporting se aleja del descenso con dos golazos de Barral y Diego Castro
Cambió el guión de los últimos partidos de Osasuna como local y contra el rival menos indicado, un Sporting que a base de dos chutazos consigue una victoria de oro tras cuatro jornadas de sequía. Se aleja del descenso el Sporting y se complica más la vida Osasuna. Esta vez fue por méritos propios ya que sólo de penalti fue capaz de romper la barrera rival. Penalti más que dudoso que se encargó de transformar Nekounam.
Habituado Osasuna a marcar en los minutos iniciales, esta vez fue el que pronto tuvo que recoger el balón de la red tras empalmar Barral una volea poderosa desde fuera del área que se coló entre las piernas de su guardameta. No sería el único zarpazo del partido. Un inspiradísimo Diego Castro enmudeció a la imponente afición rojilla con un zapatazo desde fuera del área que se coló por la escuadra navarra.
OSASUNA 1 - SPORTING 2
Osasuna: Roberto, J. Flaño (Dady, m. 58), Cruchaga (Hidalgo, m. 71), M. Flaño, Monreal; Juanfran, Puñal, Nekounam, Plasil; Masoud (Delporte, m. 58) y Pandiani. No utilizados: Ricardo, Josetxo, Sergio y Vadozc.
Sporting: Lafuente, Sastre, Hernández, Neru, Ángel; Morán (Camacho, m. 68), Matabuena, Michel, D. Castro (Mateo m. 77); Carmelo (Bilic, m. 83) y Barral. No utilizados: Cuéllar, Maldonado, Gerard y Cámara.
Goles: 0-1. M. 7. Barral, de volea desde fuera del área. 0-2. M. 18. Diego Castro. 1-2. M. 28) Nekounam, de penalti.
Árbitro: Medina Cantalejo. Amonestó a Carmelo, Barral, Sastre, Puñal, Matabuena y Hernández
Reyno de Navarra: 19.000 espectadores.
No hubo respuesta local. Sólo el balón parado le sirvió a Osasuna como válvula de escape, cuando se esperaba una acometida furiosa en un partido trascendente. Pero ni aun así.
Se quejaba Camacho del manejo del partido por parte de su equipo, de la profusión de centros sin peligro, de los errores del inicio y celebraba Preciado el haber "atacado a fuego" para llevarse la victoria. Dos entrenadores volcánicos con distinto resultado en la pelea.
Lo cierto es que a Osasuna se le atragantó el partido muy pronto y perdió una de las 12 finales que le restan para salvar la categoría.
Ayer Osasuna perdió el paso respecto a sus perseguidores y se colocó en una situación preocupante. Le puede la tensión, convertida en multitud de protestas que sólo sirven para embarullar más aún su juego, Le puede la ansiedad, la misma que vacunó el Sporting con dos golazos y una férrea defensa que le permitió hacerse con el resultado y dormir un poco más tranquilo.
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