Los estatutos obligan a EA a retrasar su congreso extraordinario

Eusko Alkartasuna (EA) no podrá celebrar el próximo 4 de abril el congreso extraordinario que debe nombrar a la nueva dirección del partido tras la renuncia del presidente, Unai Ziarreta, y su equipo. El procedimiento y los plazos estipulados en los estatutos del partido no permiten convocar el cónclave en tan corto periodo de tiempo.

El secretario de Comunicación de EA, Mikel Irujo, expondrá hoy ante los medios de comunicación las razones que impiden a su formación celebrar el congreso en la fecha anunciada. La Asamblea Nacional es el órgano competente para convocar el congreso extraordinario y el encargado de dar la orden a las organizaciones locales para que nombren a sus compromisarios. La maquinaria del partido no permite cumplir todos estos trámites antes del 4 de abril. Esta fecha aseguraba renovar la cúpula de EA una semana antes de festejar el Aberri Eguna (Día del Partido), el día 11 de abril.

La comparecencia de Irujo será la primera de un miembro de la ejecutiva nacional tras la de Ziarreta en la noche electoral. Al día siguiente, la dirección reunió a sus miembros para comunicar oficialmente la dimisión de su presidente y la decisión de convocar el congreso en Bilbao. Tras abandonar Ziarreta, el número dos y secretario general del partido, Joseba Azkarraga, habría asumido las funciones de presidente, según fuentes de esta formación. Él y Rafa Larreina formaron ayer la delegación de EA que se reunió en Sabin Etxea con los dirigentes del PNV.

Interinidad

En plena interinidad, las distintas corrientes del partido mantienen su enfrentamiento. El sector crítico de Guipúzcoa, encabezado por el presidente de la ejecutiva regional, Iñaki Galdos, censuró tras las elecciones el error de acudir en solitario en lugar de optar por coaligarse con el PNV y reprochó la radicalización del discurso de Ziarreta durante la campaña. Estas dos circunstancias son, en opinión de los críticos, las razones que propiciaron los malos resultados cosechados en los comicios autonómicos. Tras contar con siete parlamentarios en la pasada legislatura, esta formación solamente tendrá un representante en la Cámara -Jesús Mari Larrazabal, por Guipúzcoa- durante los próximos cuatro años, tras conocerse ayer que el que el escaño que estaba en el aire por Álava ha pasado finalmente al PSE.

Pese a este descalabro, la ejecutiva vizcaína, afín a las tesis oficiales, se ha mantenido fiel a la dirección y respaldado todas las decisiones adoptadas por ésta. Este sector pidió a Ziarreta que reconsidere su decisión de dejar el cargo.