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Elecciones 1-M

Las urnas se llenan por la tarde y rompen el pronóstico

En la jornada electoral, un termómetro se convierte en un buen indicador para interpretar la evolución de la participación. Hace cuatro años, muchos gallegos pasaron el día de las elecciones tumbados en la playa. Era 19 de junio y hacía calor. El 18,80% de los electores acudió a su cita con las urnas antes del mediodía para aprovechar las horas de sol. Este año, sin embargo, a esa hora sólo el 16,11% había ido a votar. El tiempo no invitaba a salir de casa ni, mucho menos, a madrugar. Después de dos semanas de soleada y calurosa campaña, volvieron las lluvias intermitentes y bajaron las temperaturas. Pero la aparente bajada de la participación ayer por la mañana se quedó en eso, en una apariencia. A las cinco de la tarde, los gallegos se lanzaron a las urnas. Casi la mitad (un 49,37%) había acudido a votar, lo que representaba 2,45 puntos más que en 2005, cuando a esa hora, muchos seguían todavía bajo la sombrilla.

Ayer, al cierre de esta edición, la participación era del 70,43%, la más elevada en la historia de las elecciones gallegas. Contra todo pronóstico, superó incluso la cifra de hace cuatro años, que rondaba el 67%, aunque con el recuento del voto de la inmigración bajó a 64,21%.

Las variaciones en la participación, explicó el conselleiro de Presidencia, José Luis Méndez Romeu, dependen siempre de las condiciones meteorológicas y por supuesto, "del grado de movilización del electorado", que los socialistas imaginaban bajo hasta el último momento.

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