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Tribuna:Dinero & inversiones | Finanzas personales
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¿Vuelven los buenos tiempos?

La renta fija privada recupera el aliento en los dos meses que van de 2009

Juan Ignacio Crespo

En España se distribuyen 63 fondos que invierten en renta fija privada. Uno de ellos es el fondo Bankinter Corporativo, que concentra sobre todo su cartera en deuda emitida por empresas industriales, de agua, gas y electricidad o farmacéuticas. En otros momentos tuvo un mayor peso de emisiones de entidades financieras, según comenta el responsable de la gestión de los fondos de renta fija de Bankinter, Alejandro Santamaría.

Los mercados de renta fija privada han vuelto a la vida en los dos meses que van transcurridos del año 2009, tras haber estado prácticamente congelados (con muy poca actividad) desde antes del verano por causa de la desconfianza generalizada y de la aversión a riesgo.

Éstos fueron los mercados que primero sufrieron una paralización al iniciarse la crisis financiera. En aquellos momentos, las empresas acudieron más al crédito bancario, utilizando, probablemente, sin más las líneas de crédito que tuvieran contratadas previamente. Ahora, en cambio, es como si estuviera sucediendo lo contrario y las empresas europeas hubieran decidido comportarse igual que lo han hecho siempre las norteamericanas, recurriendo más a los mercados, donde colocan sus emisiones de bonos y obligaciones, y menos a la financiación bancaria tradicional.

Curiosamente, esta avalancha de emisiones de renta fija se está absorbiendo muy bien y no está chocando con las necesidades de financiación que tienen los Estados en un momento como el actual, en el que crece fuertemente el gasto público a la vez que disminuye la recaudación de impuestos. Algo que pone en evidencia, al menos por ahora, las teorías del crowding out o expulsión que emergen cada cierto tiempo y tratan de demostrar que el crecimiento del gasto público (y la consiguiente necesidad de colocar deuda pública) expulsa de los mercados a las empresas privadas y les impide financiarse adecuadamente. Entre las macro-emisiones de renta fija de esta semana pasada están las de Roche, por valor de 12.300 y 1.800 millones de euros y libras esterlinas, respectivamente, para financiar parte de su OPA hostil sobre Genentech.

Según Alejandro Santamaría, las emisiones nuevas que están apareciendo en el mercado son buenas oportunidades de compra para los fondos: "La demanda existente es tan fuerte que la adjudicación de la mayoría de las emisiones va prorrateada". Cree que es "un buen momento para los tenedores de bonos de las empresas (y, por tanto, para los fondos de renta fija privada), pues en esta fase éstas favorecen el fortalecimiento del balance y el aumento de la calidad crediticia, a diferencia de etapas anteriores en que los accionistas eran los más favorecidos" (se entiende que por las políticas expansivas). Santamaría espera que este año 2009 el fondo se comporte de manera bastante estable y no ve un gran riesgo en que los tipos de interés de largo plazo puedan subir, provocando de esa forma pérdidas en las carteras de renta fija.

Según Santamaría, para gestionar el fondo no utilizan derivados de crédito (credit default swaps o CDS, que son una especie de aval para las emisiones de bonos).

Las comisiones y gastos anuales (TER) que la gestora carga al fondo ascienden al 1,32% sobre el patrimonio total, por encima de la media de gastos para la clase de fondos con parecida política de inversión, que es del 1,14%.

Juan Ignacio Crespo es director europeo en Thomson Reuters.

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