Terquería
José Mota tiene un rato de filosofía en La hora de José Mota (TVE-1). Lo protagoniza La Blasa, y este viernes hablaba de la línea recta. "La recta es terca por sí, por terquería. No es mala persona, le pierde la terquería".
Hay ahora mucha terquería. Estuve viendo a Feijoó, con Iñaki Gabilondo, en Cuatro. Le propuso el político al periodista que fuera éste ("de tanto prestigio") quien le juntara con sus contrincantes en el debate que no quiere tener en casa. No se fía de la tele gallega. Por terquería.
Feijoó preguntó en un pueblo: "¿Y por qué todas las vacas tienen nombre de mujer?" El ganadero no tardó un segundo en responderle: "Son hembras". No es por terquería. La Universidad de Newcastle (me lo ha dicho Manuel Rivas, el autor de Un millón de vacas) tiene un estudio según el cual las vacas que tienen nombre dan más leche. Por terquería.
Escuché a Ibarretxe decir que "Madrid está, como en el siglo XIV, a cuatrocientos kilómetros de Euskadi". Imagino que por terquería. Si no Madrid ya estaría fuera del centro de gravedad permanente, que diría Battiato.
Mucha terquería. Lo de la cacería de Bermejo (que tanto gusto le da al PP y tanto disgusto le da al PSOE) fue una cuestión de terquería. Si el ministro hubiera dado media vuelta cuando vio al juez ahora no estaríamos hablando de su terquería, ni de la ansiedad de Garzón. Para Bermejo debe ser como una de pesadilla que dura más allá del sueño. Pesadilla terca, como la línea recta.
Tuercen la línea recta, unos y otros. Miren a Quintana pidiendo perdón porque su partido engañó a unos jubilados. Creyeron que iban en línea recta a Portugal y les cambiaron la ruta para darles un mitin. Una terquería.
Como dice La Blasa, la línea recta no es mala gente, le pierde la terquería.
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