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Análisis:Coyuntura nacional | Econonía global
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

La (increíble) macro de 2008

Con la contabilidad nacional del cuarto trimestre, publicada por el INE esta semana, tenemos la visión completa del comportamiento y resultados de la economía española en 2008. En el último trimestre la variación del PIB se atuvo al avance publicado la semana anterior: por segunda vez consecutiva se produjo un retroceso del mismo, concretamente el 1% (3,8% en tasa anualizada) respecto al trimestre anterior que, sumada a las variaciones de los tres trimestres precedentes, da una tasa interanual de -0,7% [gráfico superior izquierdo].

Al desglosar el PIB por el lado de la demanda, y utilizando tasas trimestrales anualizadas, observamos en el cuarto trimestre una aportación de la demanda interna muy negativa (-8,3 puntos porcentuales) y una sustancial mejora de la aportación del saldo exterior (4,5 puntos), lo cual es indicativo del fuerte ajuste (reducción del déficit) que está llevando a cabo la economía española. El gasto privado se desploma, con caídas del 5,6% para el consumo de los hogares y de casi el 20% para la inversión en capital fijo. Sólo el gasto público en consumo aumenta un sorprendente 4,8%, tras hacerlo a tasas cercanas al 9% en los dos trimestres precedentes, lo cual, de ser cierto, no se compadece muy bien con la fuerte caída que registran los ingresos públicos. Así va el déficit. El problema, parece ser, es que las administraciones públicas gastan mucho pero no pagan. Así, cualquiera.

Varios indicadores apuntan que la caída del PIB debería ser mayor a la reflejada por el INE
Las administraciones públicas gastan mucho pero no pagan. Así, cualquiera

Respecto a la demanda externa, nunca habíamos visto antes caídas en un trimestre del 35% en las exportaciones y del 40% en las importaciones. Son tasas similares a las que registra el comercio mundial, lo cual es grave pues indica que la recesión se está extendiendo rápidamente por todo el mundo, lo que agrava la situación y prolonga la duración de la misma.

La contracción del PIB en un 3,8% en el cuarto trimestre provocó una caída del número de personas ocupadas del 8,1%, todo ello en tasas trimestrales anualizadas, de donde se deduce un avance de la productividad por ocupado del 4,7%. Como se ve en el gráfico superior derecho, la productividad mantiene desde finales de 2007 una notable tendencia al alza (en el sector de la construcción la tasa interanual ha pasado del -4,5% en el primer trimestre de 2007 al 15,3% en el último de 2008), que en mi opinión no se compadece con la realidad, ni con lo que está pasando en el resto de países europeos, donde esta variable no sólo no se acelera, sino que ha caído a tasas negativas [gráfico inferior izquierdo]. La explicación es que en las primeras fases de una recesión las empresas (que muchas veces son trabajadores autónomos) reducen las horas trabajadas o ponen en marcha expedientes de regulación de empleo (ERE) antes de despedir a los trabajadores (o cerrar el negocio, si son autónomos). Pero para algunos parece que Spain sigue siendo different. Dado que lo que está mejor medido es el empleo, un menor avance de la productividad por ocupado significa que la caída del PIB debería ser mayor. Otros indicadores también van en la misma dirección: no se explica que el IPI de la industria manufacturera caiga un 16,1% interanual en el último trimestre y el valor añadido de la contabilidad nacional lo haga sólo en un 5,5%.

En cómputo anual, el PIB aumentó un 1,2%, medio punto más que en la zona euro. Ahora bien, las tornas cambian si tenemos en cuenta el aumento de la población, ya que el PIB per cápita español cayó un 0,4%, mientras que aumentó un 0,3% en dicha zona. Si añadimos el aumento de los precios (deflactor del PIB), el crecimiento medio anual fue del 4,2% y se repartió de la siguiente forma: las remuneraciones de los asalariados aumentaron ligeramente por encima de la tarta total, un 4,6%, y los impuestos sobre la producción e importación (IVA e impuestos especiales fundamentalmente) disminuyeron nada menos que un 14,3%, lo que permitió que el residuo -el excedente de explotación y las rentas mixtas (simplificando, los beneficios)- aumentara un 8,4% [gráfico inferior derecho]. A la vista de este dato, cabe preguntarse de qué se quejan los empresarios y por qué hay tantos cierres de empresas y despidos de trabajadores. La respuesta es muy sencilla: porque el PIB no ha crecido lo que dice la contabilidad nacional y, por tanto, los beneficios, tampoco.

Ángel Laborda es director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros (FUNCAS)

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