Doce ojeadores para una estrella
El base de 18 años fue seguido de cerca por los enviados de la NBA
La NBA tiene a Ricky Rubio en el punto de mira. No basta con los elogios que recibió tras su actuación en los Juegos Olímpicos, ni su designación como mejor jugador fuera de la NBA por parte de los directores generales a principios de temporada, ni su inclusión entre los tres primeros del próximo draft por parte de varios especialistas en la materia. El maravilloso base del DKV Joventut es, a sus 18 años, el principal jugador que escrutaron los ojeadores de la NBA que se han desplazado a Madrid para presenciar la Copa.
Muchos de los ojeadores no dejan ni a sol ni a sombra al base catalán. Le han seguido muy de cerca ya en varios partidos del DKV durante esta temporada, el último, el que jugó en la Euroliga contra el Lottomatica Roma. En aquel partido estuvieron once ojeadores de la NBA en las gradas del Olímpico de Badalona, entre otros, Jason Filipi, el hombre clave en el fichaje de Rudy Fernández por los Blazers de Portland; su hermano Adam Filipi, que trabaja para los Lakers; y Arturas Karnisovas, ex jugador del Barcelona que ahora trabaja para los Houston Rockets.
En Madrid hay más de una docena de ojeadores de los Wizards, los Hawks, los Wolves, los Kings, los Blazers, los Thunder, los Bulls, los Jazz, los Grizzlies, los Bobcats, los Sixers, los Pacers, los Spurs y los Raptors. Ricky es su principal objetivo aunque no el único. También observan a Llull, Splitter y Teletovic.
Rubio tomará una decisión en unas pocas semanas respecto a si se presenta al próximo draft. Sus representantes recaban información respecto a qué equipos podrían elegirle, en qué posición y qué cambios podrían efectuar, además de determinar si su deseo y lo que más le conviene es marcharse ya a Estados Unidos o esperar un tiempo más como hizo Rudy Fernández. También debe valorar si el salario que percibirá, que ya está estipulado y sería de 3,8 millones de euros si fuera elegido en el primer puesto del draft, le compensa. Los clubes de la NBA sólo pueden pagar, según las normas establecidas en Estados Unidos, un máximo de unos 390.000 euros por un fichaje.
Ricky, que acaba de ser nombrado mejor jugador joven de Europa por segundo año consecutivo, tiene contrato con el DKV Joventut hasta 2011. Recientemente el club, y dado que no llegaban a buen puerto las negociaciones con sus representantes, se lo mejoró de forma unilateral sin modificar el resto de las condiciones de su contrato, aunque la cifra no ha trascendido. La cláusula de rescisión es de unos 4,7 millones de euros, según entienden sus representantes, y de unos 6 millones según entiende el club, aunque el desacuerdo puede estribar, entre otros puntos, en si el equipo que pretende ficharle pertenece a la NBA, a la ACB o a las Ligas de otros países europeos. Los elogios hacia Ricky se han acumulado en los últimos meses y han partido de voces tan autorizadas como Larry Bird, Jason Kidd y Chris Paul.
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