PSdeG y BNG estudian reorientar la campaña tras el fallido debate
Los socios de la Xunta buscan fórmulas para elevar la tensión electoral
Aguardaron hasta el último segundo porque ambos sospechaban que Alberto Núñez Feijóo iba de farol, que el líder del PP arrastraba los pies pero acabaría presentándose en el plató de TVG. Los asesores socialistas y nacionalistas erraron en su estrategia y ahora buscan nuevas fórmulas para movilizar a un porcentaje significativo de votantes que todavía se le resisten al bipartito. La cancelación del cara a cara permite a PSdeG y Bloque explotar electoralmente la negativa de Feijóo a sentarse ante las cámaras, una renta que consideran insuficiente algunos asesores partidarios de aumentar la tensión política para convencer a quienes votaron hace cuatro años de que deben volver a las urnas el 1 de marzo.
Touriño y Quintana abogan por legislar para garantizar los cara a cara
pLas encuestas siguen detectando un elevado porcentaje de votantes socialistas, la mayoría urbanos, que aún no se ha decidido a votar y esa sigue siendo la principal preocupación del equipo de Touriño. El voto por correo, un indicador de hasta dónde puede llegar la participación, no ha tranquilizado a los socialistas, porque hasta ahora la cifra de quienes lo han solicitado está sensiblemente por debajo de 2005. De hecho, algunos dirigentes están proponiendo una reorientación de la campaña que aumente la tensión política necesaria para conseguir que quienes les votaron hace cuatro años vuelvan a las urnas el 1-M. Miembros del partido no disimulan su inquietud por lo que pasó el domingo en A Coruña, cuando no fueron capaces de garantizar un lleno absoluto a Zapatero.
Touriño abogó ayer por regular por ley los duelos televisivos "para que el señor Feijóo no impida el debate". Touriño cargó contra el aspirante conservador y definió como "insólito" que hubiera "hurtado un derecho a la ciudadanía". "Esto sólo pasa con el PP en la oposición", afirmó.
En el Bloque, la negativa de Feijóo a acudir a TVG cogió por sorpresa a buena parte de la fontanería, pero no a su lider que borró hace días de su agenda la cita televisada. No por esperada dejó de provocar la cancelación del debate el desaliento en Quintana, apenas disimulado en un encuentro sin micrófonos con la prensa. El 20 de febrero era una fecha marcada en rojo en los cuarteles nacionalistas como una receta contra la abstención. De ahí que no haya mitin en el que Quintana dejara de retar a Feijóo. "Sin condiciones", repite una y otra vez. El líder del BNG también aboga por legislar sobre los debates electorales en las televisiones públicas. "Es un derecho de los ciudadanos y hay que protegerlo", resume un colaborador.
Tanto confiaba el equipo de campaña en que Núñez Feijóo acabaría por aceptar el debate, que ayer por la mañana no había un plan B para ocupar la jornada. La agenda del candidato marcaba una única cita: debate en TVG. Una vez cancelado, el Bloque ha diseñado para hoy un "encuentro con ciudadanos" en un hotel coruñés. Quintana pretende un remedo del televisivo Tengo una pregunta para usted, en el que pueda dar las respuestas que no ha podido confrontar con Núñez Feijóo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.