La losa del Calderón

La efervescencia de la grada del estadio Calderón comienza a pesarle como una losa al Atlético, que lleva cedidos 14 puntos (un empate y cuatro derrotas) en su feudo en lo que va de Liga. La desazón del cuadro rojiblanco es tal como local que sus registros mejoran cuando es visitante, condición en la que sólo ha caído en tres encuentros. La escuadra que ahora dirige Abel Resino, sustituto de Javier Aguirre, no había perdído tantos partido en su campo a estas alturas del campeonato desde la temporada 1999-2000. Entonces, el Atlético, "con una plantilla mejor que la que conquistó el doblete, Liga y Copa, en 1996", según la opinión del consejero delegado del club, Miguel Ángel Gil Marín, terminó descendiendo a Segunda División.

Pernía: "Las ganas de satisfacer a la afición son tantas que nos ponemos nerviosos"

"La situación no es la misma, pero sí la moraleja: nuestra afición no respeta a cualquiera", advierte otro alto cargo del Atlético. "Que se lo digan a Luis García. Pobre, la gente ya no le pasa ni una. Espera el mínimo fallo para pitarle", afirma uno de sus compañeros. La lista da para escribir una enciclopedia. "Antes de Luis García fueron Reyes, Novo... Y me planto. Pasa palabra", dice un antiguo empleado.

Los triunfos del Sevilla, el Madrid, el Athletic y el Valladolid a orillas del Manzanares, unidos al empate del Getafe, sólo los empeoran en la historia reciente del equipo los 16 puntos que se habían quedado por el camino en este momento del torneo en la campaña 2005-2006 (cinco empates y dos derrotas) y los 18 en la de 1999-2000 (tres y cuatro).

"Sin duda, se trata de una afición especial. Es inquebrantable al desaliento, no deja de empujar... El ambiente me recuerda al de los campos argentinos", comenta Pernía. "Por eso mismo, las ganas de satisfacerla son brutales y puede que en ocasiones a alguien le surjan los nervios", añade el lateral. Como a Seitaridis, que contra el Athletic pidió el cambio en el descanso. "De repente, dijo que no podía y que no podía", cuentan en el vestuario.

La noche del domingo dejó la última muestra del exigente paladar de un público que no saborea un título desde hace 13 años. Los discretos aplausos en los prolegómenos del duelo a Abel por su estreno dieron paso a una pitada monumental y a los gritos de "¡fuera, fuera!" por el empate de última hora de Albín. "Es un poco lo que nos pasó a nosotros cuando perdimos la ida de los cuartos de final de la Copa contra el Barça a principios de enero", observa Juan Iribarren, preparador físico con Aguirre, que matiza: "Entraba dentro de lo normal perder con el equipo de Guardiola enfrente,pero notamos una presión enorme, diría que hasta algo desproporcionada".

"Es la mejor afición de España y, en teoría, va al campo con la intención de animar, no como la del Madrid, que acude al Bernabéu como si fuera a la ópera. Precisamente por eso mismo, sus peticiones son altísimas", opina otro responsable del Atlético que no cree "casual" que el Calderón sea el estadio que más tiempo llevaba sin presenciar un empate en Primera: "Tales son las ganas de ganar que el equipo sale a todo o nada".

El Getafe puso fin a la tendencia, hecha ley desde el 3 de febrero de 2008, cuando el Murcia se llevó un punto tras igualar (1-1). Desde entonces, los rojiblancos han jugado 18 partidos en casa con un balance de 11 victorias y siete derrotas. "En el fútbol hay que ser optimistas. Por eso tenemos que dar un saltito más. Mentalmente, debemos estar predispuestos para ganar a cualquiera", concluye Abel.