_
_
_
_
Crónica:23ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Atlético se hace un lío

El equipo de Abel deja vivo al Getafe, que le empata a dos minutos del final

Una semana le ha durado al Atlético el lavado de cara. Toda la felicidad acumulada por su incontestable triunfo en Huelva saltó anoche por los aires. El conjunto rojiblanco dejó escapar un triunfo que tenía en la mano y lo hizo como acostumbraba, y acostumbra, a hacerlo: suicidándose. Pudo sentenciar en aquella contra en la que Forlán le dio un regalo a Maniche que el portugués desperdició de mala manera. No sentenció y al instante se encontró con un balón bombeado que nadie supo despejar y que Uche cazó arriba, de chilena, para mandarlo al lado contrario, donde Albín cabeceó con todo. Dos minutos quedaban para el final y al Atlético se le aparecieron todos los fantasmas que creía abandonados. El equipo ha mejorado en actitud, cierto, lo cual no era demasiado complicado. Pero su fútbol sigue arrastrando un buen número de carencias que ayer volvieron a hacerse patentes. Podrá multiplicarse Forlán, pero sólo con él no basta.

ATLÉTICO DE MADRID 1 - GETAFE 1

Atlético de Madrid: Leo Franco; Seitaridis, Pablo (Heitinga, m. 81), Ujfalusi, Pernía; Raúl García (Maniche, m. 57), Assunção, Maxi, Simão; Forlán y Agüero (Sinama-Pongolle, m. 66). No utilizados: Coupet; Antonio López, Banega y Miguel.

Getafe: Jacobo; Cortés (Contra, m. 56), Cata Díaz, Mario, Licht; Gavilán (Guerrón, m. 81), Casquero, Polanski (Celestini, m. 72), Granero; Albín y Uche. No utilizados: Stojkovic; Belenguer, Kas y Kepa.

Goles: 1-0. M. 33. Forlán fusila a Jacobo tras un centro de Seitaridis. M. 88. Albín cabecea a placer tras una chilena de Uche.

Árbitro: Ramírez Domínguez. Amonestó a Assunção, Albín, Forlán, Contra, Pernía, Mario, Pablo y Sinama-Pongolle.

45.000 espectadores en el estadio Calderón.

Más información
Abel, a lo Guardiola
Bronca por un penalti fallado

Y vaya por delante que el Getafe mereció el empate. Pudo incluso llegar más lejos si hubiera dado continuidad a su formidable puesta en escena. Albín cabeceó al larguero y al rato Uche se plantó ante Leo Franco, que le sacó el tiro abajo. En otras circunstancias, el Atlético habría sido presa del espanto. Pero el equipo logró rehacerse al dictado de Forlán. Abel, más allá de la recuperación de algún que otro futbolista, con Pablo a la cabeza, apenas ha dibujado un par de retoques tácticos que, a la postre, tienen más que ver con el carácter que con la pizarra. Aguantó el equipo el arreón del Getafe y enhebró un par de jugadas con buen criterio que prometían tiempos mejores. No llegó con fuerzas Simão a un precioso pase elevado de Agüero y Maxi remató flojo y mal un envío largo de, ahí es nada, Assunção. Pero para envío el de Seitaridis a Forlán en la jugada del gol rojiblanco. Se desconocía que el griego fuera capaz de asomarse al ataque, recoger un balón suelto junto a la cal y mandarlo de rosca 20 metros más allá, al punto de penalti, a la espalda de los centrales, donde apareció un señor que vive en estado de gracia. Forlán se llama, un futbolista que no tiene precio. Durante un trecho de partido lo del uruguayo fue de exhibición. Presionó, cortó, corrió, dirigió, remató, un portento fue Forlán. Que marcó, claro.

Pero con eso no le llega al Atlético. Le faltó a Forlán encontrar a un socio en el ataque, donde a Agüero se le apagaron las luces. El Getafe fue creciendo alrededor de Granero y mandó al limbo un puñado de ocasiones. Y buena culpa de ello la tuvo Pablo, perfecto en el cruce. Pero más irreconocible aún que Pablo se mostró Seitaridis, que ejecutó la mejor actuación desde su llegada al equipo, en el que no ha hecho más que penar. Otra de sus arrancadas acabó con un centro preciso que Agüero cabeceó en plancha para que Jacobo se luciera. El Getafe había perdido el balón y, en ese escenario, se manejó mal. Hasta que el Atlético se lo regaló por razones que se desconocen. Lo hizo justo antes de desmoronarse.

Fueron, curiosamente, Seitaridis y Pablo quienes, en su mejor partido, se encargaron de liarla. Granero lanzó a Casquero, que se introdujo en el área, donde también llegaron Seitaridis y Pablo. Aquél le emparedó, éste le arrolló, cayó Casquero y el árbitro señaló penalti. Es costumbre de la casa que el Atlético protagonice las penas máximas más absurdas que se conocen. Nueve lleva, torpes todas ellas. Pero lo del Getafe y los penaltis ya es una cuestión de vudú. Lo falló Albín, enviando el balón a la grada. Al rato, Forlán encontró a Maniche, que se presentó ante Jacobo, pero se escoró tanto y tanto el portugués que la portería desapareció de su visión. Fuera lanzó el balón.

Era el momento de la sentencia, con el Getafe a punto de romperse. Pero al Atlético le salió la vena chapucera y un balón que no logró despejar, paradojas del destino, Forlán, lo acabó enviando Contra al área, donde Uche lo bajó acrobáticamente y Albín lo mandó a la red. El Atlético acababa de regalar un partido que era suyo, a dos minutos del final, dando esa sensación de debilidad que le ha acompañado todo el año, que provocó el despido de Aguirre y que se creía desterrada. No lo está.

Forlán celebra su gol.
Forlán celebra su gol.ÁLVARO GARCÍA

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_