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Entrevista:JOSÉ BLANCO | Vicesecretario general del PSOE | La precampaña del 1-M

"Hemos fallado en gestionar demasiado"

El 'número dos' de Zapatero admite que quizá la Xunta no ha trasladado adecuadamente a la sociedad sus propias medidas pero afirma la necesidad de que vayan a votar los ciudadanos que quieren evitar el que el cambio se detenga

José Blanco (Palas de Rei, 1962) visita con frecuencia su tierra natal pero desde hace varias semanas, coincidiendo con las elecciones autonómicas, su presencia y la de su equipo de colaboradores es mucho más habitual.

Pregunta. La clave del resultado electoral son los indecisos. ¿Hay tiempo para movilizarlos?

Respuesta. Todavía no empezó la campaña y, como sabemos, siempre mueve un porcentaje importante de votos, sobre todo de aquellos que todavía no tomaron la decisión de acudir a las urnas. A la sociedad gallega hay que trasladarle el mensaje de que ahora no podemos parar el cambio iniciado hace cuatro años y que está dando resultados muy positivos para Galicia. Este cambio se puede parar, podemos volver atrás si los ciudadanos no participan en las urnas, que es lo que pretende el PP. El Partido Popular tiene pocas esperanzas de ganar, pero la única baza que tiene es a base de que la gente se quede en casa el día 1 de marzo.

"Tardamos tiempo en desmontar la red clientelar del Partido Popular"
"Algunos tratan de sacar réditos convirtiendo Galicia en un estercolero"
"Nadie se atreve a poner el cascabel al gato en el voto de la emigración"
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P. Es imposible no pensar que entre esos indecisos hay votantes del PSOE decepcionados.

R: Siempre hay personas que pueden pensar que el cambio tendría que ir a más velocidad. Las condiciones en las que conseguimos el Gobierno de Galicia no permitieron avanzar más pero, en todo caso, probablemente hemos fallado en gestionar demasiado y no hemos sido capaces de explicar el alcance de lo que hemos hecho para garantizar mayor igualdad y mayor bienestar para los gallegos, para impulsar la modernización de nuestro país o el crecimiento económico.

P. Cuando habla de las condiciones en las que llegaron a la Xunta, ¿a qué se refiere?

R. No, las condiciones en las que encontramos la Xunta, con datos muy negativos desde el punto de vista del crecimiento y de la red clientelar que se había montado y que se tardó tiempo en desmontar. Hay inercias de gobierno que cuesta desmantelar. A eso me refería cuando dije que hubo una primera etapa del cambio destinada precisamente a revisar decisiones erráticas, a impulsar otra forma de gobierno y a marcar prioridades distintas. Eso lleva su tiempo.

P. Han pasado de pelear por ser la fuerza más votada a tratar de ganar uno o dos escaños. No me diga que fue un acierto no anticipar las elecciones...

R. La capacidad de adelantar las elecciones le corresponde únicamente al presidente del Gobierno. Toda Galicia sabe que yo había sugerido hacerlas en octubre y la conclusión que uno debe sacar de eso es que tenemos un presidente del gobierno en el que se puede confiar. Había contraido un compromiso con los gallegos de no adelantar las elecciones. Es más: en este momento de incertidumbre, como consecuencia de la crisis que vive el mundo, lo que se necesita son gobernantes con determinación, en los que se pueda confiar. Emilio Pérez Touriño ha demostrado determinación y ser una persona de palabra.

P. Siempre atribuyeron el apoyo en las urnas del PP a su poder en la administración, pero van a seguir siendo la fuerza más votada sin ayuda de las instituciones. ¿A qué lo atribuye?

R. Los cambios tardan en producirse. El PP tenía una estructura de poder muy anclada en la sociedad que se está desmoronando poco a poco. Si todos aquellos que desean que el actual Gobierno y el actual presidente sigan al frente de la Xunta votan el 1 de marzo ese poder se desmoronará todavía mucho más.

P. PSOE y PP afirman ahora exactamente lo contrario que hace cuatro años en relación con el voto emigrante.

R. Nosotros no decimos lo contrario. Es más: yo soy de los dirigentes que he hablado con más claridad de la necesidad de reformar la ley electoral en relación con el voto de la emigración, de determinar en qué procesos electorales tenían que votar y de impulsar mecanismos como la creación de una circunscripción del exterior que facilite la transparencia y el ejercicio del derecho al voto. Detrás del debate que se ha promovido ahora está la intención de restringir derechos por la puerta trasera y a eso se le llama hipocresía. Si quieren que la gente no vote en las elecciones autonómicas, que lo digan, pero lo que no se puede es imponer condiciones que no están en la ley y que imposibilitan que mucha gente pueda ejercer su derecho al voto con toda limpieza. Sobre esto habrá que tomar decisiones, pero no las que están encima de la mesa. Nadie todavía me ha explicado cómo establecer un mecanismo por el cual la gente pueda ejercer su derecho a voto en urna como los españoles aquí. No hay una administración electoral que lo pueda montar.

P. Pero el gran impulsor del voto en urna se supone que es Touriño. Y el PSdeG lo apoyó en el Parlamento...

R. Yo entiendo que se pueda votar en urna, pero haciéndolo compatible con el actual sistema de votación, porque si no se imposibilita el ejercicio del derecho al voto. El problema es: ¿queremos que voten? Sí o no. Y si queremos que voten, establezcamos los mecanismos que garanticen la transparencia, pero no digamos cosas que suenen bien y que luego no se pueden articular.

P. ¿A usted le parece sensato que voten personas que ni pagan impuestos aquí ni han pisado jamás la tierra de sus abuelos?

R. Esa es la reflexión que hay que hacer, pero cuando se trata de restringir derechos, aquí todo el mundo calla. Y no solamente no se reflexiona en esos términos; es que ahora mismo acabamos de extender la nacionalidad a los nietos. Nadie se atreve a ponerle el cascabel al gato. Lo que hay que hacer es una reflexión serena y tranquila fuera del tiempo electoral para abordar seriamente este tema y no hacer demagogia cuando llega una campaña simplemente porque algunos intuyen que les va ir mal.

P. ¿Hay margen para reformar el Estatuto? Me refiero a margen en Madrid, donde ya han dado por zanjado el proceso abierto en otras comunidades.

R. Nosotros no hemos cambiado de criterio. Otros, en cambio, parece que han atenuado sus críticas y pasaron de gritar "Se rompe España" a decir que se rompe el PP; están ahora bastante entretenidos. Como gallego tengo que lamentar que el PP bloqueara una reforma que iba a dar más autogobierno a Galicia. No estuvo a la altura de las circunstancias y estoy convencido de que Galicia le pasará la factura.

P. A tres semanas de las elecciones, cada día crece más el tono de las acusaciones. ¿Teme que empeore?

R. El PP ha perdido el juicio aquí en Galicia. En lugar de hacer propuestas positivas está enredado en sus líos internos y, como consecuencia de ello, dispara sin ton ni son. La campaña ha entrado en una deriva que a mí no me gusta; algunos trata de sacar réditos convirtiendo Galicia en un estercolero. Eso es negativo y estoy convencido de que, al final, los ciudadanos se van a rebelar contra eso. El PP, con Rajoy y Núñez Feijóo a la cabeza, están en un momento de cierta desesperación. Ninguno está dando la talla como líder político, que es, en este momento, lo que más exige la sociedad: capacidad de liderazgo para contribuir a resolver los problemas.

José Blanco, ayer en Santiago, en la sede del Partido dos Socialistas de Galicia.
José Blanco, ayer en Santiago, en la sede del Partido dos Socialistas de Galicia.ANXO IGLESIAS

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