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Filmados en el Consistorio de Fuenlabrada

Una cámara oculta vigiló a los trabajadores del Ayuntamiento durante un año

Una decena de trabajadores del Departamento de Recursos Humanos del Ayuntamiento de Fuenlabrada (PSOE e IU) fueron grabados durante alrededor de un año por una cámara oculta en el interior de un detector de humos. Lo reconocieron ayer los propios responsables municipales después de que una trabajadora la encontrase por sorpresa. Según el Ayuntamiento, fue instalada a comienzos del pasado año después de que se produjeran varios robos de expedientes del departamento. Cinco de los trabajadores grabados denunciaron ayer los hechos ante el Juzgado de Instrucción número 3 de la localidad, que ordenó su retirada y registró el edificio para determinar si había más dispositivos de grabación.

Eran casi las once de la mañana cuando una de las trabajadoras de Recursos Humanos observó algo extraño en uno de los detectores de humo situados en el techo de la cuarta planta del Consistorio. Tras consultar en Internet, descubrió que podría tratarse de una cámara oculta. Entonces alertó a sus compañeros y, juntos, decidieron ir al despacho del director de su departamento, Ángel Gil. El responsable de Recursos Humanos les aseguró que desconocía que hubiese una cámara oculta e inmediatamente pidió explicaciones al jefe de la Policía Local, José Francisco Cano. Éste le confirmó que, efectivamente, se grababa a los trabajadores desde hacía cerca de un año por orden del anterior director del departamento, Alberto Aragüés.

"El jefe de policía nos ha dicho que se les había olvidado quitarla y que tampoco habían avisado al nuevo responsable de Personal", señaló un portavoz de la sección sindical de UGT en el Ayuntamiento. El gobierno local precisó más tarde que la cámara se instaló después de que desaparecieran varios expedientes relativos al personal municipal con el objetivo de localizar al autor de los hechos.

Tras reconocer la existencia de la cámara, el jefe de la Policía Local intentó desalojar la planta y retirarla, pero los trabajadores del departamento y varios representantes sindicales lo impidieron y alertaron al Cuerpo Nacional de Policía. Mientras tanto, cinco de los trabajadores que habían sido grabados, entre ellos un delegado sindical de UGT al que enfocaba directamente la cámara, decidieron acudir a los juzgados a poner una denuncia por vulneración de su intimidad y descubrimiento de secretos. Los trabajadores dejaron claro que en ningún caso se les advirtió de la presencia de la cámara.

La demanda llegó al Juzgado de Instrucción número 3, cuya titular, Carmen Delgado Echevarría, ordenó la retirada del aparato de grabación a primera hora de la tarde y mandó que se revisara el Ayuntamiento para comprobar si había más cámaras o sistemas de escucha. No encontraron ninguno.

El jefe de la Policía Local explicó que era un dispositivo automático que se pone en funcionamiento cuando detecta movimiento y que sólo recoge imágenes. "No se trata de una cámara de uso preventivo, sino que se instaló como parte de una investigación para resolver un delito como era la desaparición de documentos oficiales", señaló. El Ayuntamiento insistió en que nadie había visto las imágenes grabadas, dado que no volvieron a reproducirse los robos. Eso sí, reconocieron que se había utilizado el mismo dispositivo en un almacén en el que se detectaron desapariciones de material administrativo. Una concejal del PP y dos trabajadoras denunciaron agresiones por el jefe de la Policía Local y varios agentes durante el intento de desalojo.

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