Hoteles a precio de saldo
Las grandes cadenas paralizan sus inversiones en España
En TodoHotel, un broker de compraventa de hoteles, tienen 375 establecimientos a la venta en toda España. Pero, pese a que los ofrecen a precios un 15% o un 25% más bajos que los de 2007, apenas venden nada. Ni los compran las grandes cadenas, que han decidido poner el stop a sus planes de expansión hotelera en España, ni tampoco las emergentes, dispuestas a crecer, eso sí, a base de gangas con rebajas del 40% o 50%.
Barceló encargó hace ocho meses a Christie, otro broker, la venta de cinco de sus hoteles en Baleares (que no se acoplan a su cartera). Sin resultado.
La crisis económica, la prevista reducción del mercado de viajes y del turismo y las restricciones bancarias están poniendo punto final, al menos durante unos cuantos años, al espectacular crecimiento del sector hotelero español -en número de hoteles y cadenas- de los últimos 15 años. Entre 2003 y 2008, el número de establecimientos hoteleros en España pasó, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), de 13.000 a 14.700. Pero los de cinco estrellas crecieron de 114 a 207, y los de cuatro, de 958 a 1.615. Todo esto es ya historia.
Los precios han bajado entre un 15% y un 20% y podrían bajar aún más
La crisis, la caída del turismo y la falta de crédito acaban con el 'boom' del sector
Después de años de fuerte expansión, gigantes como Riu, Barceló o
NH, las únicas empresas que podrían tirar del mercado y absorber parte de los hoteles en venta, no quieren ni oír hablar de aumentar su planta en España. Si alguna de éstas sigue abriendo hoteles (pocos) es porque los habían proyectado antes y están en construcción. Barceló sólo va a abrir dos hoteles en España entre 2010 y 2011, y eso, explica su portavoz "porque ya estaban programados. Pero no hay intención de entrar en nuevos proyectos". La idea de Barceló, con 54 hoteles en España y 132 en el extranjero, es aumentar su cartera en el exterior. Este año abrirá cinco nuevos hoteles en Marruecos, República Checa, Egipto, Italia y Alemania, y está buscando oportunidades en Panamá y Jamaica.
Lo mismo ocurre en NH, donde se van a limitar a abrir los cinco hoteles ya en obras, mientras que proyectan inaugurar nada menos que 55 en el extranjero, 27 este año. "La idea es reducir sustancialmente las inversiones hoteleras en España", dice un portavoz.
High Tech, una cadena mediana con un fuerte plan de expansión y que cuenta ya con 31 hoteles, ha decidido también ralentizar sus aperturas. "Tenemos 16 hoteles en proyecto y este año abriremos los 4 que estaban en obras. Los 12 restantes, vamos a esperar".
En Riu son incluso más drásticos. La cadena, con 44 unidades en España, informa de que "los seis hoteles que vamos a abrir este año estarán en Túnez, México, Costa Rica, Marruecos y Bulgaria". Ninguno en España. Riu se retiró, además, de tres hoteles en España el año pasado (Canarias y Baleares) aprovechando que finalizaba su contrato.
Parece inevitable concluir que España ha dejado de ser atractiva para las grandes cadenas. Al menos de cara al futuro próximo. Juan Molas, presidente de la Confederación Española de Hoteles, lo ve natural: "Después de tantos años de crecimiento espectacular y ante la crisis que tenemos, sería conveniente incluso que no hubiera nuevas aperturas".
La situación del sector empieza a ser preocupante. Las pernoctaciones, según el INE, descendieron un 1,2% en 2008, y los precios sólo subieron el 1,1%. Y según Deloitte, las tasas de ocupación bajaron en Madrid, en un solo año, del 82,5% al 71,1%, y los ingresos diarios por habitación, de 100,5 a 80,6 euros. El año 2009 aún va a ser peor.
Todo ello explica que el mercado de compraventa de hoteles se haya parado en los últimos meses, lo que ha llevado al stock en venta a cotas estratosféricas. "Nunca ha habido tantos hoteles a la venta y en tan buenas condiciones", afirma Antonio Fernández, director de marketing de High Tech. Y tan escasa disposición a comprar, podría añadir.
"Después de doblarse entre el 2002 y el 2007", explica Aurora Prat, directora de inversión de
Jones Lang Lasalle Hotels, "el año pasado empezó a pararse. Desde el verano casi no hay operaciones".
El número de hoteles a la venta se ha disparado más que nada por la afluencia de pequeños hoteleros, que ni siquiera logran colocar sus productos bajo contratos de alquiler o gestión, y un sinfín de inmobiliarias, que se lanzaron a construir hoteles a partir del 2004 o 2005 para diversificar. "Ahora", prosigue Aurora Prat, "los han puesto a la venta para hacer caja, pensando que eran más líquidos que las viviendas, y no los venden". Pocas han tenido la suerte de Fadesa, que logró vender 10 hoteles en 2008.
Y eso que, según los brokers hoteleros y consultoras inmobiliarias, empieza a haber oportunidades de compra muy interesantes, que habría que aprovechar, ya que, dicen, la crisis no será eterna y estos activos volverán a coger carrerilla dentro de unos años. "Para el que tenga liquidez", apunta Fernández, "es el momento de comprar, aunque luego los mantengas cerrados. Hay tremendas oportunidades en el mercado". Sobre todo, dicen, si son hoteles urbanos. Los vacacionales ni los enseñan. La caída será mucho mayor en ese segmento, afirman todos los estudios del sector.
En medio de este desierto de compradores hay dos segmentos que empiezan a firmar operaciones: las pequeñas cadenas emergentes, que ven en su compra a bajo precio la posibilidad de ganar tamaño. Y las grandes cadenas, que entre el 2003 y el 2007 abandonaron sus proyectos en España, cuando los precios de los activos estaban disparados. Dos de estas cadenas emergentes, Núñez y Navarro y Gargallo, por ejemplo, están aprovechando los precios bajos -y su abundancia de liquidez- para crecer. Gargallo se ha hecho con seis hoteles recientemente. Mandarin, una de las mayores cadenas del mundo, está construyendo su primer hotel en España, en Barcelona.
Son la avanzadilla de un ejército de cazadores de gangas que aún está esperando su oportunidad. "Los precios", explica Fernando Gómez, director comercial de TodoHotel, "han bajado entre un 15% y un 20%. Pero tienen que bajar más". Es la opinión que tienen en Barceló, NH o High Tech, donde subrayan que las nuevas condiciones de la economía exigen, para obtener rentabilidad, descuentos más grandes.
Se espera, además, que algunas de las inmobiliarias y bancos que han asumido sus activos no tendrán más remedio que deshacerse de ellos a medio plazo y casi al precio que sea. Un informe de Richard Ellis apunta que en 2009 habrá más adjudicación de activos hoteleros por parte de los bancos. Pero otro factor que está dificultando las compras son los propios bancos, que han endurecido las condiciones de negociación. Sólo prestan el 50% del valor de la operación, han acortado plazos de amortización y ni siquiera se avienen a estudiar la mayor parte de las operaciones. Aurora Prat, de Jones Lang Lasalle Hotels, cree que no es para tanto: "Habrá un ajuste de los resultados en los hoteles, pero no creo que entren en pérdidas. Seguirán siendo un buen negocio". -
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