Sube el paro, pero ¿cuánto?
Desde final del verano, cada principio de mes, cuando el INEM publica los datos del paro registrado, la sociedad española sufre una conmoción. No es para menos. Desde agosto, el paro ha aumentado en 160.000 personas de media mensual. Hay que hacer, en todo caso, una matización importante: más de la cuarta parte de dicho aumento obedece a la desfavorable estacionalidad propia de estos meses, de forma que, corrigiendo este efecto, el aumento sería de unas 117.000 personas.
En enero se produjo el mayor aumento registrado hasta ahora, 198.838 parados, pero, sin embargo, una vez corregida la estacionalidad, la cifra fue la menos mala de los últimos cinco meses: 80.400. Esto es lo que pasa cuando no se transmiten bien o no se saben interpretar adecuadamente los datos estadísticos, que se confunde a los usuarios de la información acerca de cómo van realmente las cosas, lo que puede llevar a tomar decisiones equivocadas.
El dato más significativo del martes no fue el paro, sino la caída de afiliados a la Seguridad Social
En enero, la cifra total desestacionalizada podría superar ya los 3,6 millones de parados
Ahora bien, si, además de no saber publicar e interpretar los datos, las propias estadísticas no son fiables, entonces la confusión es total. El dato más significativo de los publicados el pasado martes por el Ministerio de Trabajo, aunque el menos difundido, no fue el paro, sino la afiliación a la Seguridad Social, que disminuyó en enero en casi 350.000 afiliados en términos brutos y en 182.000 en términos desestacionalizados (gráfico superior izquierdo). Es un termómetro perfecto del mercado laboral, aunque no tan completo como la EPA. A partir de ella y de la EPA se puede llegar fácilmente a la conclusión de que la estadística del paro registrado es poco fiable, fundamentalmente porque está sometida a continuos cambios administrativos en la calificación como parados de los casi 4,5 millones de personas que están inscritos en las oficinas públicas como demandantes de empleo (no hay que confundir demandantes de empleo con parados, pues entre los primeros hay personas que ya están ocupadas y buscan otro empleo). Es fácil deducir que si el empleo, medido a través de los afiliados a la Seguridad Social, disminuyó en enero en 182.000 personas, el paro debería haber aumentado en esta cifra más la correspondiente a la población activa, que, según la EPA, estaba aumentando a un ritmo mensual desestacionalizado de 25.000 personas en el cuarto trimestre del pasado año. Es decir, un aumento tendencial del paro en enero de unas 207.000 personas (330.000 en términos brutos) sería más creíble que el publicado de 80.400 (198.838 en términos brutos).
Este problema del paro registrado no es exclusivo de este mes de enero. En el gráfico superior derecho se comparan las variaciones mensuales desde 2006 del paro y de los afiliados (corregidas de estacionalidad), y se puede observar que hasta febrero de 2008 había una coherencia entre ambas cifras: las variaciones del paro siempre eran superiores en valores absolutos a las de los afiliados en algo más de 40.000 personas (aumento de la población activa), pero esta diferencia poco a poco se ha ido acortando y en los últimos meses se ha hecho negativa, lo que sólo sería coherente si la población activa estuviera disminuyendo, algo que la EPA desmiente.
Otro test de coherencia puede verse en el gráfico superior derecho, que compara las variaciones del paro registrado y el estimado por la EPA, también desestacionalizadas. Durante 2006 y 2007, ambas eran similares, pero desde el primer trimestre de 2008 el registrado se ha ido quedando rezagado, de forma que si antes el número de parados registrados superaba todos los trimestres al de la EPA en unas 200.000 personas, en el cuarto trimestre de 2008 los términos se habían invertido y el primero era inferior al segundo en 229.000.
En conclusión, la estadística del INEM parece que está infraestimando el paro en unas 400.000 personas, de forma que en enero la cifra total desestacionalizada podría ser superior ya a 3,6 millones de personas. Al ritmo actual, podrían alcanzarse los 4 millones en el segundo trimestre (ésta es la previsión de FUNCAS). Los responsables de la estadística del paro registrado deberían explicar las razones de la incoherencia de la misma con la de afiliados y la EPA, y si se debe a cambios metodológicos o normativos, entonces que dejen de comparar los datos de un periodo con los de periodos anteriores, pues en este caso las cifras no son homogéneamente comparables.
Ángel Laborda es director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros (FUNCAS).
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