"Sin televisión el fútbol era más duro"
Se llama Képler, como el astrónomo. Pero le dicen Pepe. Nació en Alagoas, Brasil, en 1983, y su cordialidad es tan natural como equívoca. Su sonrisa invita a pasar y a sentirse como en casa. Sin embargo, al examinar sus hileras de dientes, entre los incisivos se descubren piezas de un tamaño poco común. Es un aviso. Los rivales que se asomen al área del Madrid ya saben a qué atenerse si quieren traspasar la valla.
Pregunta. Antiguamente el fútbol era más duro. ¿Por qué se pegaba más?
Respuesta. Porque no había tanta televisión. Ahora hay que tener mucho cuidado cuando entras. Yo también daba muchas patadas cuando empecé a jugar. ¡Uff! Era tres partidos, una expulsión, tres partidos, una expulsión... Afortunadamente tuve entrenadores que me orientaron. Ahora, un partido del Madrid no tiene menos de ocho cámaras. Te pillan en cualquier situación y te pueden complicar la vida.
"En el campo hablo mucho conmigo. Es algo psicológico, y eso me hace fuerte"
"Me gusta jugar contra delanteros como Torres, de gran físico y potentes"
P. ¿Cuando un delantero le encara tiene en la cabeza a las cámaras?
R. Dependiendo dónde esté la jugada. Si estás cerca del área tenemos que aguantar al máximo y hacer que el delantero juegue para ti. Yo, particularmente hago que los delanteros hagan el movimiento que yo quiero que hagan. Les hago un amague y los invito a tomar una decisión. Cerca del área tengo más cuidado en buscar mucho el balón, para no hacer faltas peligrosas. Pero cuando estoy solo siempre quiero decidir antes que el delantero. Hay que concentrarse mucho para pensar rápido y decidir antes que tu contrario. Me gusta anticiparme, y eso requiere una cuota de intuición. Para esto hablo mucho conmigo mismo. Me ayuda a estar metido en el partido.
P. ¿Qué clase de diálogo mantiene con usted mismo?
R. Durante el partido sí porque... ¡Jugar en el Madrid es muy complicado! Yo hablo mucho conmigo por una cuestión psicológica. Para mentalizarme y hacerme fuerte. Creo que para jugar en este equipo hay que estar física y psicológicamente siempre bien.
P. ¿Qué palabras le dan más seguridad?
R. En el Oporto trabajé con un psicólogo que me ayudó bastante. Me dijo cosas como: 'Tú puedes'. 'Tú lo vas a conseguir'. Son cosas que tienes que poner en tu cabeza.
P. Cannavaro, Ramos, Heinze, usted... Los cuatro son defensas que inspiran temor en los delanteros. ¿No cree que tienen algo de esos viejos defensas que rascaban mucho las tibias sin importar las cámaras que hubiera?
R. El fútbol es un deporte de contacto. Muchas veces los delanteros nos dan patadas a nosotros y nadie lo nota porque los defensas no nos quejamos. Lo importante es ir al balón y ser leal. Nunca quieres hacer daño a nadie porque si lesionas a un trabajador de tu gremio al final haces un perjuicio que se vuelve en tu contra. Nunca sabes dónde te podrás encontrar en el futuro, en qué equipo y con qué compañeros.
P. Usted siempre parece que pega con una sonrisa. ¿Dónde aprendió a entrar duro sin que se note?
R. No sé qué responder.
P. Incluso ha hecho varios penaltis que el árbitro no ha pitado.
R. Eso pasa porque los delanteros exageran cuando caen, incluso cuando son objeto de falta. Si cayeran con más normalidad los árbitros pitarían más penaltis.
P. ¿Si tiene un mano a mano con un delantero habilidoso, dónde fija su atención, en el regate, en el movimiento del cuerpo del rival, o en el balón?
R. Cuando juego contra delanteros muy habilidosos suelo grabar sus últimos partidos para ver por dónde salen. Robinho, por ejemplo, sé que hace la pedalada y sale para adentro. Messi igual, se va hacia adentro. Si tienen mucha calidad estoy más atento a la posición de su cuerpo que al balón. Para mí lo esencial es decidir antes que ellos y actuar. Siempre intento anticiparme para llevarme el balón.
P. ¿Qué clase de rival se le da mejor?
R. Me siento más cómodo con los delanteros estáticos. Cuanto más altos, más fáciles son para mí porque me gusta chocar. El cuerpo a cuerpo me viene mejor. En el Madrid los defensas hacemos mucho gimnasio, muchas pesas para fortalecer el tren superior. Nos da seguridad cuando ponemos el cuerpo. Pero eso vale para los atacantes grandes. A los pequeños es más difícil encontrarles.
P. ¿Ha visto a Torres?
R. ¿Y quién no lo ha visto? Es un futbolista moderno. Fuerte, potente, y con una salida muy rápida. Tiene los ingredientes fundamentales para triunfar en el fútbol de hoy.
P. ¿Cómo hace para contrarrestar a un jugador rápido como Torres?
R. A mí me gusta jugar contra los delanteros de gran físico como él. Los dos somos fuertes y eso siempre es una ventaja para mí, porque el defensa no necesita jugar con el balón. A Torres hay que darle salida por su izquierda porque la zurda es su pierna mala. Yo a veces prefiero que en el uno contra uno los puntas se arriesguen por velocidad y les ofrezco mi perfil derecho. Si arrancan confío en mi zancada y en mi pierna derecha para ir al corte. Cuando voy al suelo, normalmente, llego antes.
P. ¿Cómo hace para que no le ataquen por su costado izquierdo, que es el menos fuerte?
R. Moviendo mi cuerpo. En este sentido, para mí, entrenar con alguien como Cannavaro ha sido un privilegio. Él refleja como nadie lo que es la escuela italiana para la colocación en el campo y la posición del cuerpo. Un central nunca puede estar con los pies paralelos. Eso es lo principal. Luego está el amague. Los defensas tenemos que fintar sin balón. Para eso hay que estar muy metido en el partido. Pero si lo haces bien es más fácil engañar al delantero y, si se va, te giras más rápido. Debes hacerlo en cuestión de milésimas porque si tardas en girar, aunque el delantero no tenga velocidad, te mata. En el fútbol, si no conoces tus limitaciones, no llegas a nada.
P. El año pasado en esta jornada el Madrid tenía 53 puntos. Ahora tiene 44. ¿Qué ha pasado?
R. Que tuvimos un mes y medio de muy mala suerte. Entre noviembre y diciembre sufrimos muchas lesiones. Schuster no tenía muchas soluciones en la plantilla.
P. Tal vez sin Robinho ni Van Nistelrooy el equipo debió cambiar de sistema. ¿No cree que era inútil atacar tanto si no había garantías de ser más decisivos?
R. El año pasado jugábamos sólo con un medio centro y eso hizo que la defensa sufriera más. Lass nos ha ayudado a equilibrar el equipo. Porque cuando juegas con un solo medio centro, más Guti, debes asegurarte de resolver las jugadas que empiezas. De lo contrario te expones a quedar descolocado en un contragolpe. En ese sentido, ahora ha habido un cambio de esquema. Hemos observado que el equipo tiene unos recursos determinados y que hay que adaptarse a ellos. Si tuviésemos a Robinho a la izquierda y a Robben a la derecha, a lo mejor tendríamos más el balón. Pero eso no es posible. Hemos encontrado una fórmula que nos permite ser útiles a todos. Higuaín, Raúl, Robben, Lass, Gago... todos tienen una función y la cumplen al máximo. Eso nos da seguridad.
P. ¿Por qué no aprovecha más sus condiciones incorporándose al ataque y sorprendiendo, como con Portugal? ¿Juande se lo prohíbe?
R. Soy yo el que no quiere subir. Tengo los pies en el suelo. En este equipo mi función es defender.
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