'Performative Ecologies' (Reino Unido, 2008), de Ruairi Glynn. Segundo premio.
Con el objetivo de construir arquitecturas capaces de interactuar con los humanos y el entorno, el británico Ruairi Glynn ha creado unos pequeños robots autónomos, muy sociables, que se mueven en el espacio generando juegos de luces. Lo más sorprendente es que, gracias a un programa de reconocimiento facial, son capaces de valorar la atención que les prestan los humanos, modificando su comportamiento en consecuencia. Además, saben comunicar a los demás robots cuáles de sus acciones han tenido más éxitos y también organizarse para actuar conjuntamente. El artista británico va más allá de los simples paradigmas reactivos, desarrollando un sistema en el que los agentes evolucionan en respuesta a sus experiencias y comparten sus conocimientos, de forma que su aprendizaje es directamente apreciable por los humanos. Angels y Making an Ecology también son trabajos suyos sobre arquitecturas que interactúan con los humanos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.