Discapacitados auditivos

¿Cuida la ONCE de los sordos? ¿O la Seguridad Social de los audífonos? Si fuese así, ruego que se me informe por quien corresponda. Pero creo que no. Los sordos somos discapacitados auditivos. La Ley de Dependencia debería incluirnos: dependemos de nuestros audífonos de última generación. Magníficos para nosotros y para nuestras familias y amigos. Pero carísimos. No pido más desembolsos a una ley ya sobrecargada de necesidades más urgentes en estos tiempos de déficit crecientes. Pero donde falta dinero, cabe imaginación.

Las hipotecas gozan de una moratoria de dos años y el 50% de sus cuotas. ¿Por qué no los audífonos? El 50% aplazado se paga después poco a poco. No sólo ganamos los sordos, en general, jubilados con pocos ingresos. También se vendería, se consumiría más. Podría empezarse con los audífonos vendidos tras quebrar Lehman Brothers, cuando ya se vio claro que todo se iba al garete. Con moratorias a dos años, sin efectos retroactivos en las cuotas ya pagadas. Sería un respiro a un grupo de discapacitados, viejos en general, escasos a fin de mes, a menudo, que no costaría un euro a las arcas del Estado, que no agravaría el déficit a enjugar por las generaciones futuras.