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Quintana atribuye al BNG el papel de motor del cambio del bipartito

El candidato del Bloque pide el voto de los no nacionalistas

Será por un pacto tácito de no agresión o será porque queda todavía mucho recorrido hasta el 1-M, pero ni Touriño ni el PSOE se aparecieron en el discurso de Anxo Quintana. En una suerte de ensayo general de la caravana de las autonómicas, bajo el epígrafe de Convención Electoral Nacional, el candidato a la presidencia de la Xunta del BNG se reivindicó y se empleó contra el PP, pero a los socialistas los dejó a un lado. Aunque advirtió, eso sí, que el auténtico "motor del cambio" del bipartito está del lado de los nacionalistas.

En un pabellón deportivo de Santiago, sobre un escenario circular a los que se han aficionado Quintana y los suyos y ante unos 2.000 simpatizantes, el BNG puso en liza a sus cabezas de lista por las cuatro provincias y a la segunda de la candidatura coruñesa, por la que concurre Quintana. Los teloneros practicaron el alago al candidato; "el más guapo", según la maestra de ceremonias, que fue presentado a los oradores con un tono muy personal, tirando a exagerado.

Como el ambiente era de fiesta, tomaba cuerpo el rumor de que la pantalla en forma de cubo que se suspendía sobre el escenario emitiría un vídeo que dará que hablar, pero no fue así. Se trata de un anuncio que ya se puede ver en la página digital del candidato y que emitirán las televisiones durante la campaña, que remeda una famosa escena de la película Espartaco. Y el famoso esclavo que se rebela contra la metrópoli no es otro que el portavoz nacional del BNG. Eu son Anxo Quintana, se llama el vídeo, que quedó para mejor ocasión.

Cuando le tocó el turno, Quintana no quiso ponerse serio. Entre jocoso e iracundo, repasó los méritos de todos sus conselleiros, excepto una. De las normas del hábitat de Vivenda, dirigida por la candidata por Pontevedra, Teresa Táboas, al concurso eólico de Fernando Blanco, cabeza de la lista de Lugo, pasando por el Banco de Terras de Alfredo Suárez Canal, de Ourense. Y, por supuesto, Benestar. Fue el BNG el que equiparó las políticas de Benestar con las sanitarias o educativas, reivindicó. Tampoco se olvidó de la capacidad del BNG para ser "determinante en la política estatal". "¡Así conseguimos inyectar en vena autoestima para este pueblo!", gritó entre los aplausos de los suyos. Sí se olvidó, en cambio, de Cultura y de Ánxela Bugallo.

"Las ideas y el coraje" de los nacionalistas en el bipartito les convirtieron "en el motor del cambio en estos tres años y medio", aseguró. Y esta afirmación hacia el exterior le sirvió en bandeja un mensaje interno, dirigido a aquellos que creen que el BNG avanza demasiado lento. "Algunos compañeros quieren más, nosotros también", comenzó. "Pero para que los cambios sean estructurales, deben estar asentados en el pueblo, porque todo cambio tiene obligatoriamente que tener a todo el pueblo detrás".

Volvió Quintana al concurso eólico en el capítulo de avalancha contra el candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo. Ha dicho que, si gobierna, derogará el decreto que sirvió de base a la controvertida adjudicación de los parques eólicos. "La fiscalía le puede procesar, porque eso es vulnerar la ley", le advirtió. Pero como al BNG "no le gusta judicializar la política", le invitó a aclarar "a qué empresas gallegas les va a quitar y a qué empresas foráneas se los va a dar". "Por primera vez la explotación energética va a redundar en beneficio de los gallegos", resumió.

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El candidato y actual vicepresidente también afeó a Feijóo que pretenda relegarle de los debates en televisión, y anunció que él se presentará a todos los que le convoquen, "por principios". Y para reivindicar que la próxima legislatura salga adelante "un Estatuto de nación", que permita a Galicia, por ejemplo, negociar directamente con el Gobierno el nuevo modelo de financiación. Ello requerirá el 1-M el "resultado histórico" que pronosticó Quintana. Con el voto de los nacionalistas y de los no nacionalistas, "porque no hace falta serlo para votar al BNG". Lo único que se requiere es "amar a este país, y así lo hace la mayoría de los ciudadanos".

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