A Montserrat, en teleférico

El acceso al monasterio de Montserrat sólo será posible hasta mediados de febrero por teleférico. A partir de esa fecha, se reanudará el servicio del cremallera y la carretera se abrirá al tráfico a finales de ese mes. Ésas son las previsiones de la comisión tras el episodio de lluvias del 28 de diciembre, cuando se desprendió un impresionante bloque de piedras de la zona de los Degotalls, cerca del centro turístico-religioso, que arrastró lo que encontró a su paso durante 200 metros. Las rocas impactaron con la carretera y, parcialmente, en las vías y la catenaria del cremallera.

Fragmentada ya por anteriores desprendimientos en 2006 y 2007, la zona afectada de la montaña precisa de una minuciosa intervención de anclaje de rocas susceptibles de poderse desprender. El Departamento de Política Territorial prevé invertir 1,5 millones, tres veces más que en 2007. Las obras son de gran magnitud y el proceso es manual y no permite precipitarse, según los técnicos, lo que supondrá que la carretera sólo estará abierta las próximas semanas en caso de emergencia.

Habituada a recibir cada año a 2,5 millones de turistas y feligreses, Montserrat vive este 2009 aislada y tranquila tras el incidente geológico. Pese a la ausencia de los turistas, el monasterio ha normalizado su vida. Hace una semana, las familias de los escolans llevaron a sus hijos a Montserrat para que reanudaran su escolarización y aprendizaje musical. La semana pasada ya quedó restablecido el suministro de gas natural al monasterio gracias al paso de emergencias. Y sólo queda en el Monasterio algún autocar extranjero y algún coche de los que quedaron atrapados el día 28.