"La flecha me llevó a la trampa"
Llega el Rally Dakar a su última etapa (Córdoba-Buenos Aires, de 792 kilómetros) y parece visto para sentencia. En motos, Marc Coma (KTM), ganador en 2006, está a las puertas de su segundo triunfo absoluto, ya que cuenta con una ventaja de 1h 28m sobre el francés Cyril Després. En coches, la sacudida que hará famosa esta edición se produjo el jueves. Carlos Sainz se despeñó con su Volkswagen Touareg por un barranco de unos cinco metros de altura, volcó y, como consecuencia del impacto, Michel Périn, su copiloto, se fracturó el omóplato derecho. El coche arrancó, y, aunque tocado por el trompazo, Sainz habría podido reemprender la marcha. Los médicos no le autorizaron a hacerlo por la lesión de Périn. Giniel de Villiers (Volkswagen) lo aprovechó para adjudicarse aquella etapa y colocarse al frente de la clasificación general, posición que mantiene tras la penúltima, ganada por Nani Roma (Mitsubishi). Tras ser trasladado a Buenos Aires en el helicóptero del ministro de Interior argentino, Aníbal Fernández, Sainz llegó ayer a Madrid.
Pregunta. ¿Le ha dado muchas vueltas a lo que pasó?
Respuesta. Sí. Durante el vuelo he pensado en ello. Cuando te ocurre algo así, es lógico darle vueltas. Pero, la vida me ha enseñado que hay que intentar encontrar el lado positivo de las cosas. Cuando uno ha hecho todo lo que estaba en su mano para ganar, pero el objetivo no se concreta, no puedes reprocharte demasiado. Lo bueno de todo esto es que nos dimos un buen golpe y las consecuencias podrían haber sido mucho peores.
P. ¿Cómo está Michel Périn?
R. Está bien. Tiene un omóplato roto y está un poco bajo de moral. Aparte de eso, nada más.
P. ¿Han hablado de lo que ocurrió?
R. Michel sigue asegurándome que el libro de ruta estaba mal señalizado. Dice que en aquel punto no debería haber nunca un way point
[un punto de paso obligatorio]. Había que cruzar un río por un sitio concreto y nosotros llegamos desde una ruta distinta a la que marcaba el libro. Cuando estás a tres kilómetros del way point, la flecha te indica directamente hacia dónde tienes que ir. En este caso, la flecha me llevó a la trampa porque nosotros íbamos un pelín a la derecha del lugar de paso. Antes de caernos, la última orden que me dio Michel fue: "250 metros de frente
[allí está el way point]". Cuando la flecha se ilumina, vas derecho hacia donde marca, pero, de repente, me encontré volando.
P. ¿Cree que la organización se ha pasado un poco con la dureza del recorrido?
R. No creo que se haya pasado. Lo que ocurre es que, con las modificaciones, el libro de ruta no ha tenido continuidad. Y este elemento es el ángel de la guardia de los pilotos. Ha habido muchos cambios, demasiados, y las indicaciones del libro se han visto afectadas.
P. ¿Volverá al Dakar?
R. No lo sé. No depende sólo de mí. Lo primero, y lo más importante, es que, aunque no sea el mío, la carrera la gane un Volkswagen. Luego, hay que ver qué pasa con el equipo. Si sigue, si no sigue...
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