El polémico adelanto del curso

Un puñado de días son suficientes para levantar una polémica. Así ha ocurrido con el borrador de la Consejería de Educación en el que se plantea el adelanto del curso escolar en seis días lectivos y que ha enfrentado a los sindicatos con la Junta y con las asociaciones de padres. Dicho borrador establece que el calendario comience el 7 de septiembre para los alumnos del segundo ciclo de Educación Infantil, Primaria y Educación Especial, que hasta ahora iniciaban sus clases el 15 de septiembre. En cuanto a los alumnos de Educación Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional, el calendario lectivo comenzará el 15 de septiembre y finalizará el 22 de junio, a excepción de los de segundo ciclo de Bachillerato, que recibirán clases hasta el 30 de mayo para preparar los exámenes de acceso a la Universidad.

"Hay que replantear en profundidad todo el calendario", sostiene un experto

La intención de la Junta es favorecer la conciliación de la vida familiar y laboral, mejorar el rendimiento escolar y acercar el sistema a las prácticas educativas de la UE. Según la consejera de Educación, Teresa Jiménez, la idea es ir ampliando año tras año los días de antelación con los que se iniciaría el curso. Su propuesta ha sido muy bien acogida por la Confederación Andaluza de Asociaciones de Madres y Padres del Alumnado por la Escuela Pública (Codapa). Su presidenta, Teresa Trigueros, se reunió ayer con la consejería para tratar este asunto. "No sólo estamos de acuerdo con este anuncio, sino que a lo largo de los años hemos intentado que la Consejería pusiese en marcha un nuevo decreto de Jornada y Calendario. El que teníamos es anterior a la LOE y había que adaptarlo", detalló ayer. Para familias cuyos progenitores son trabajadores, la noticia también ha sido bien recibida. "A principios y a finales de curso, a mi hijo de tres años lo tengo que dejar o con mis padres o con mi hermana o con amigos", explica Laura Ramírez, de 35 años, que es autónoma. Reconoce que incluso en alguna ocasión ha debido de ausentarse de su trabajo porque nadie podía hacerse cargo de su hijo. Nuria Gil tiene 34 y dos hijos de cinco y tres años. "Sí que puede suponer un respiro para muchas familias", afirma. Nuria tiene un punto de vista privilegiado. Es madre y profesora en un IES: "La medida de adelantar el curso escolar supone para los profesores que tengamos que resolver todo el papeleo burocrático en menos días. Y en Secundaria y Bachillerato, con los exámenes de septiembre, todavía más". Esta idea, entre otras, sirve para que los sindicatos mayoritarios (CC OO, UGT, CSIF, ANPE y SADI), se hayan unido con una sola voz para oponerse frontalmente al anuncio de Educación. "Los problemas de planificación a principios de curso son habituales. Es un momento crítico, en el que el profesor está obligado a cumplimentar un grueso volumen de papeleo, como el proyecto de centro, la planificación de centro... Antes teníamos dos semanas para hacerlo, ahora tendremos una", explica Juan Carlos Hidalgo, secretario general de FETE-UGT. Por su parte, José Blanco, secretario general de la Federación de Enseñanza de CC OO en Andalucía, aclara que "éste no es un problema de no querer trabajar más. Los profesores estamos desde el 1 de septiembre al 30 de junio. Y mucho trabajan en julio". Blanco subraya que su oposición se basa en que el planteamiento de la Junta no cumplirá con sus objetivos: "Ni mejora la conciliación de la vida laboral y familiar ni, desde luego, el rendimiento". Los sindicatos se reúnen con la Consejería el lunes que viene. Esperan encontrar un clima de diálogo que favorezca la negociación. Pero si las posturas siguen igual, no descartan iniciar movilizaciones.

Tampoco desde el ámbito de los investigadores universitarios se tiene claro que un avance de seis días lectivos en el inicio del curso vaya ligado a una mejora de resultados académicos. "El adelanto del calendario es complejo. Hay que diferenciar entre lo que son medidas efectivas de las efectistas. No está mal que se adelante el curso, pero no es un indicativo claro de que vaya a suponer una mejora de los rendimientos escolares", afirma Blas Segovia, profesor de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Córdoba. "Para mejorar, hay que replantearse en profundidad todo el calendario", añade.