López acusa a Ibarretxe de utilizar el juicio como bandera electoral

El juicio iniciado el pasado jueves por las reuniones con Batasuna durante la tregua de ETA sigue marcando la agenda política. Patxi López arremetió ayer con dureza contra la estrategia del lehendakari Juan José Ibarretxe y valoró que, al solicitar que no se suspenda, "intenta utilizar" la vista como una bandera electoral y no como defensa de las reuniones para buscar la paz. Además, calificó de "impresentable" la petición de Ibarretxe a que la Justicia realice un "posicionamiento político" sobre el diálogo.

En un encuentro en Bilbao con 400 cargos públicos y responsables internos del PSE para la campaña de las autonómicas del 1 de marzo, el candidato socialista habló ya abiertamente en clave electoral. Atacó sin miramientos a su principal contrincante, el PNV, reclamó el voto "por el cambio" y recordó algunas propuestas de su programa que ha ido anunciando en los últimos meses.

Cree que Ibarretxe busca que la vista sea una apología de "su conflicto"

El juicio por las reuniones con Batasuna, por el que están imputados Ibarretxe, López, el también socialista Rodolfo Ares, Arnaldo Otegi y otros cuatro ex dirigentes de Batasuna ahora encarcelados, ocupó buena parte de su disertación. Sobre todo para descalificar la intención del Ibarretxe de que el juicio se celebre, "sólo porque intenta utilizarlo como campaña electoral".

Patxi López cree que el lehendakari pretende, con los testigos que ha citado, realizar "un mitin tras otro" sobre lo que denominó "su conflicto vasco". Aseguró que estos testigos le servirán para realizar una "apología del conflicto". El líder socialista se encendió al referirse a las declaraciones de Ibarretxe, del viernes, en las que dijo que la Justicia debe posicionarse sobre el diálogo político y admitir que es la solución. "La Justicia no está para hacer posicionamientos políticos. Para eso están los ciudadanos en las urnas", espetó.

Como ha reiterado en las ultimas semanas, mostró su confianza en que el tribunal absolverá a los imputados e insistió en que los socialistas hablaron Batasuna "para pedirles que rompieran amarras con ETA". Tras recordar los acuerdos del PSE con el Gobierno vasco para "ofrecer estabilidad y seguridad frente a la crisis", calificó de "oportunidad histórica" los comicios del 1 de marzo.

López empezó desde ayer a movilizar al electorado. "Ningún voto por el cambio se puede quedar en casa". Ante sus cargos públicos e internos, quiso fijar barreras con el PP, cuyo apoyo, si el PSE gana las elecciones, se antoja clave para que Patxi López sea lehendakari. "El cambio no es sustituir un frentismo por otro, como piensan los dirigentes del PP", dijo y volvió a reivindicar los pactos transversales, que, en los 80 y los 90, se tradujeron en gobiernos entre PNV y PSE. "Queremos construir un gobierno de amplia base social que no excluya a nadie. La propuesta que hacemos no es la otra cara de la moneda nacionalista".

El candidato socialista expresó que la alternancia en Euskadi consiste en recuperar la "mejor seña de identidad de los vascos, que no tiene que ver con esencias milenaristas, sino con el pacto entre diferentes que haga posible el desarrollo del país".

Reiteró el mensaje de los socialistas vascos contra su principal contrincante - "el PNV está perdiendo apoyo social a chorros"- y opinó que las posibilidades de cambio "son reales y están concentradas" en el PSE. Dijo que el reto más importante es acabar con el terrorismo "y unir a todos los demócratas".