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Muere un bebé al caer de un quinto piso en un incendio en Mislata

La madre y la abuela sacaron a la pequeña a la ventana para que no se asfixiara

Amparo y su hija abrieron la ventana en un desesperado intento de que el humo no acabara con la vida de Yadira, de tres meses. La niña se les escapó de las manos y cayó desde la quinta planta en la que viven en Mislata (Valencia). Ocurrió ayer, poco antes de las 8.20, en el número 10 de la calle de Lepanto. Vecinos y policías fueron testigos de la tragedia. La juez de guardia tardó cuatro horas en llegar al lugar para levantar el cadáver. El cuerpo sin vida del bebé fue resguardado por la policía en el portal del edificio hasta que llegó la comisión judicial.

El incendio empezó en el cuarto piso de la finca, en una habitación en la que había enchufados un calefactor y un ordenador. Un matrimonio y sus dos hijos que ocupaban esa vivienda pudieron salir. Las llamas y el humo se apoderaron del piso superior, donde quedaron atrapadas Amparo, de 62 años; su hija, conocida como Amparín, que se dedica a la manicura, y Yadira, la hija de esta última, de tres meses.

El cuerpo sin vida de la niña estuvo cuatro horas en el portal de la finca

Cuando se dieron cuenta de la magnitud del incendio, el humo se había colado por toda la casa. Las dos mujeres intentaron salir sin éxito, inhalaron tanto humo que, con las fuerzas justas, abrieron la ventana con la intención de sacar al bebé para que pudiera respirar. Se les resbaló de las manos. No hubo tiempo, dijo la Policía, de hacer nada, el bebé cayó al vacío, un policía local trató de atraparlo, sin éxito, y el fuerte impacto contra el suelo dejó a la pequeña tendida sin vida en el asfalto. Las dos mujeres fueron rescatadas, prácticamente inconscientes, por los bomberos -que tardaron ocho minutos en llegar al lugar desde que recibieron el aviso- y una unidad del Samu las trasladó al hospital La Fe, donde al cierre de esta edición permanecían ingresadas. La finca fue desalojada y los vecinos, trasladados al centro de salud. No podrán regresar a sus casas, según fuentes del Ayuntamiento, hasta el lunes.

Manuel Alonso, oficial del consorcio de bomberos de Valencia, explicó que cuando las dotaciones movilizadas llegaron al lugar, el bebé ya había caído. Según él, las mujeres envolvieron en una sábana o manta a la pequeña para protegerla del humo, abrieron la ventana y la sacaron para que pudiera respirar.

Confusión y tensión dominaron la escena de los hechos después de lo ocurrido. De hecho, la Policía no dijo oficialmente en manos de quién estaba la pequeña cuando cayó, porque, según afirmaron los agentes que participaron en el rescate, el humo no permitía ver con claridad quién sostenía al bebé en la ventana. Sin embargo, varios de los vecinos presentes aseguraron que era Amparo, la abuela, quien tenía en sus manos a la pequeña. Vicente López, concejal de Seguridad de Mislata, insistió en que todo fue una fatalidad, que las dos mujeres fueron presas del pánico y que abrieron la ventana con la intención de que Yadira respirara aire limpio.

Los vecinos lamentaron además que la policía no estableciera un mínimo dispositivo para que el bebé pudiera haber sido arrojado sin riesgo. Policía Nacional y Local insistieron en que no hubo tiempo, ni siquiera para dar indicaciones mínimas a las dos mujeres cuando entre una densa cortina de humo se asomaron a la ventana. Paco García, vecino del inmueble, explicó: "Ellas estaban medio mareadas, querían que el bebé pudiera respirar, y se les resbaló, fue un instante".

Menos aún entendieron los vecinos la tardanza de la juez de guardia. Según fuentes del caso, el comisario de la Policía Nacional avisó a la juez, pasadas las 8.30, de un incendio con un bebé precipitado desde un quinto piso y ambulancias en camino. A las 11.30, la juez recibió otra llamada en la que se le trasladaba la extrañeza por la ausencia del forense en el lugar. Fue entonces cuando, según las fuentes, su señoría conoció lo que la policía entendía que ya se le había comunicado: la muerte de la pequeña, que durante cuatro horas estuvo sin vida en el portal de la finca. El Ayuntamiento de Mislata decretó ayer tres días de luto. Y los bomberos investigan el origen de la tragedia. Todo apunta a un cortocircuito en el cuarto piso del edificio siniestrado.

Una amiga de la familia del bebé fallecido era consolada, ayer, por un policía y un vecino en el lugar de los hechos.
Una amiga de la familia del bebé fallecido era consolada, ayer, por un policía y un vecino en el lugar de los hechos.CARLES FRANCESC

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