Un muro de contención cae sobre una zona de juegos de una urbanización

Un muro de contención que separa viviendas a distinta altura en una urbanización de Nívar, a unos 14 kilómetros de la capital granadina, se derrumbó el pasado domingo por la noche sobre unos patios en los que, afortunadamente, no jugaba nadie. Una veintena de vecinos abandonaron ayer sus casas hasta tener la certeza de que no corren peligro.

El de Nívar no fue el único desalojo de ayer, otra veintena de vecinos de Alhama de Almería dejaron sus viviendas por un alud de tierra en una ladera anexa, y en el Puerto de Santa María (Cádiz), siete personas fueron desalojadas tras derrumbarse el techo de su vivienda.

Los afectados por el derrumbe de Granada aseguran que hace más de dos años que avisaron a la promotora Construcciones Lafer 2000 de que había grietas en el muro de contención. No hubo respuesta, según sus testimonios. Este periódico trató ayer de contactar sin éxito con la empresa.

Otras 20 personas fueron desalojadas en Almería por un alud de tierra

El muro de la urbanización Alfaguara, en la que hay más de 100 viviendas, dijo basta el domingo. Se resquebrajó a media tarde y cayó por la noche. "Fue un estruendo brutal", recuerda Lola Ruiz, una de las vecinas afectadas. El derrumbe le sorprendió unas horas después de haber llegado a su casa de vuelta de las vacaciones de Navidad. "Tiene apenas unos centímetros de grosor, así que habrán sido las últimas lluvias", elucubraba uno de los desalojados de Nívar.

Las casas están habitadas desde hace unos tres años. Los vecinos aseguran que han remitido numerosos escritos a la promotora, a la constructora e incluso al Ayuntamiento. Seis propietarios han demandado a la promotora, la constructora, el arquitecto y el aparejador por el desnivel de las parcelas o el muro de contención. "Los desperfectos no son precisamente leves", explicaba Jaime Aranda, uno de los demandantes.

Los vecinos pidieron al alcalde Juan Antonio Molero (independiente) que se acometan "obras de urgencia" en la urbanización porque temen que la pared siga cayendo "como un dominó". El muro separa viviendas a dos niveles y algunas están a solo tres metros de distancia. Los de arriba tiemblan ante la posibilidad de que sus casas se caigan y los de abajo temen quedar sepultados. El técnico que acudió a demanda de los vecinos aconsejó "echar unos plásticos" sobre la zona que se había derrumbado y la colindante para que no hubiera más peligro.

El alojamiento de las nueve familias granadinas quedó resuelto de distintas formas. "Me volveré a ir a casa de un vecino", explicaba Ana Rodríguez a la que se le ha hundido parte del tejado. Otros tres afectados decidieron regresar a sus viviendas bajo su responsabilidad. El regidor anunció por la tarde que el Consistorio correría con los gastos de alojamiento de los vecinos que no encontraran acomodo con familiares.

El corrimiento de tierra de Almería afectó a dos viviendas del barrio de Los Gitanos, en las que no hubo daños personales. Una de las vertientes del cerro se desplomó sobre un camino aledaño sobre las 15.00 y el Ayuntamiento desalojó a cuatro familias para que los técnicos pudieran apuntalar la ladera con mayor seguridad. De las familias afectadas, una se realojó con parientes, y las otras tres se trasladaron al frontón municipal, habilitado de forma provisional como albergue.Los siete miembros de la familia desalojada en el Puerto de Santa María durmieron en un hostal de la localidad.