"¡Necesito aceite!"

Es imposible que alguien vea a Fernando Alonso en la cuneta de un circuito pidiendo a un aficionado que le eche una mano para reparar su Renault a media carrera. Situaciones como la que ayer vivió Marc Coma confirman al Rally Dakar como lo que es: una prueba única, la más severa que existe.

Como ganador de la etapa del sábado, el piloto español fue el primero en salir del campamento de Santa Rosa en dirección a Puerto Madryn, destino final de la segunda jornada. Antes de llegar tenía que enfrentarse al reloj en el tramo cronometrado, de 237 kilómetros, para después completar un enlace de 600 más. Pronto se dio cuenta de que el paseo sería largo porque las cosas se le pusieron peliagudas. Cuando había completado 100 kilómetros de la especial, se paró un instante para desenmarañar un alambre que se le había enroscado en una llanta. Sin embargo, el cable era lo de menos. Echando un ojo a la panza de su KTM, el catalán se dio cuenta de que el radiador del aceite tenía una fuga considerable. La cosa fue a peor, hasta el extremo de que optó por tomar medidas más drásticas en su afán por evitar que su moto se desangrara del todo.

Sainz, ganador de la segunda etapa, al frente de la general de coches

Cubrió la fuga con una pasta reparadora -un compuesto que la mayoría lleva consigo, se aplica sobre la avería y soporta temperaturas extremas-, pero no funcionó. Ante el riesgo de romper el motor y con ello perder cualquier posibilidad de repetir el triunfo que logró hace tres años, volvió a echar pie a tierra. Lo hizo, a propósito, en una zona en la que muchos aficionados se agolpaban a animar. Se le acercó un hombre y le preguntó qué le ocurría. "Le he dicho que necesitaba aceite de motor urgentemente", explicó el motociclista de Avià. A su llegada al campamento, su bota derecha estaba negra, perdida, debido a la tremenda cantidad de lubricante que se fue derramando durante el trayecto. Su expresión era de tranquilidad, como la del que sabe que ha estado a punto de pifiarla y se ha salvado en el último momento. "Ese tío me ha salvado el rally porque cinco minutos después ha aparecido con un litro de aceite metido en una botella", agradeció.

Con el depósito del radiador lleno, su KTM pudo seguir circulando con más o menos normalidad. "Ha sido una situación fastidiada porque aún me quedaban 130 kilómetros de especial. Pero he rodado muy tranquilo, sin forzar. He parado cada 30 kilómetros para comprobar el nivel del aceite. Si hacía falta, le añadía. Además, en ningún caso he sobrepasado los 150 kilómetros por hora para no forzar la máquina", abundó Coma, que terminó a doce minutos del holandés Verhoeven, quien se adjudicó la etapa y ascendió hasta la segunda posición en la clasificación general.

El primer día fue Despres quien perdió más de media hora por un pinchazo y ayer le tocó a Coma, que se salvó por los pelos. Y eso que el Dakar no ha hecho más que comenzar. "El rally de verdad arranca mañana [hoy] porque nos vamos a encontrar un terreno mucho más exigente", avisó Coma, líder en motos, mientras Carlos Sainz alcanzaba el liderato en coches.

Thierry Sabine, el creador de esta prueba, se empeñó en tratar de diferenciarla de las demás. Para ello la abrigó con unos valores únicos: dureza, superación y también solidaridad. Una vez superó el sofocón de ayer, Coma puede asegurar que el espíritu del Dakar acompaña a la carrera lejos de África.

CLASIFICACIONES

Coches: Etapa: 1º. C. Sainz (Volkswagen) 1h 56m 14s. 2º. S. Peterhansel (Fra., Mitsubishi), a 1m 14s. 3º. G. de Villiers (SA, Volkswagen), a 1m 56s. 4º. N. Roma (Mitsubishi), a 2m 48s. General: 1º. Sainz, 4h 34m 46s. 2º. De Villiers, a 2m 19s. 3º. Peterhansel, a 3m 51s. 5º. Roma, a 5m 42s.

Motos: Etapa: 1º. F. Verhoeven (Hol./KTM), 2h 14m 48s. 2º. C. Despres (Fra./KTM), a 41s. 3º. D. Frétigné (Fra./Yamaha), a 1m 4s. 4º. J. Viladoms (KTM), a 1m 33s. 17º. M. Coma (KTM), a 12m 27s. General: 1º. Coma, 5h 13m 32s. 2º. Verhoeven, a 13m 47s. 3º. Frétigné, a 16m 51s.

Dakar: resumen de la segunda etapa