J. J. Abrams: el gurú que no quiso serlo
PARECERÁ una tontería, pero cuando vas a hablar con J. J. Abrams surge una pregunta inevitable: ¿Cómo llamarle? ¿Por su nombre de pila —con el que firmaba sus primeros trabajos—, Jeffrey Jacob? ¿En plan más serio, míster Abrams? ¿O es que realmente preferirá J. J., tal y como aparece en los créditos de Perdidos, Misión Imposible 3 o Alias? Desde Los Ángeles, responde por teléfono en un macarrónico español: "Jota jota".
Hablamos con este nuevo maestro de la televisión sobre Fringe, una serie rocambolesca —pero pretendidamente menos confusa para el sufrido espectador que Perdidos— y con aroma a detectives y ciencia-ficción. La emite Canal Plus, desde el 28 de diciembre, y es una de sus apuestas para 2009, aunque ya se estrenara en taquilla el pasado otoño.
EP3. En la publicidad de Fringe se pregunta: ¿Qué pasaría si la ciencia excediera nuestra imaginación?
J. J. Abrams. Cuando la ves sientes que aunque es increíble... un día podría ser real. Aunque no es un documental de ciencias, claro. Es entretenimiento.
EP3. ¿Por qué la hiciste?
J. J. Porque estaba trabajando con Alex (Kurtzman) y Bob (Orci) —también creadores junto a Abrams de Alias, Misión Imposible 3 y Star Trek— y pensamos que sería divertido participar en una serie juntos. Nació a partir de los tres, recordando las series que nos encantaban de niños. Como Expediente X. Queríamos que la serie entrara en ese universo.
EP3. En Perdidos o ves todos los episodios o te pierdes. ¿Pasa eso con Fringe?
J. J. Somos conscientes de, ya sabes, la reputación excluyente de Perdidos o Alias, donde si no veías el primer o segundo episodio... estabas perdido. No quería hacer un show que exija tanta atención como 24. Prefería algo como Urgencias, donde si ves un episodio y te pierdes un par de semanas puedes volver a conectarte sin problemas.
EP3. Entonces, ¿la experiencia o los años le han hecho más conservador?
J. J. Como productor estoy cansado de escuchar que muchos espectadores empezaban a ver las series, pero luego, tras perderse un episodio, no podían reconectarse.
EP3. ¿Una buena serie es adictiva?
J. J. Cuando encuentras cualquier cosa que te hace sentir bien... quieres más. Es divertido trabajar en un proyecto como el de Star Trek (la película se estrena el próximo verano), donde hay muchísimos fans adictos. Siento que los tendremos ahí...
EP3. Fringe, Perdidos, Star Trek... ¿Da tiempo a todo?
J. J. La verdad es que mi implicación en Perdidos es mínima. Ahora son otros quienes lo llevan. Sin embargo, con Fringe estoy cada día. Es mucho trabajo, pero también un proyecto interesante que me encanta. ¡Y Dios, tengo toneladas de colaboradores!
EP3. ¿Siempre fuiste trekie?
J. J. La verdad es que no. No tenía nada en contra ¡eh! No la odiaba, pero tampoco la entendí nunca. Siempre pensé que era un show para otros.
EP3. ¿Y cómo afrontaste el proyecto?
J. J. Quería producirla y no sabía por qué. Cuanto más me puse a trabajar, y cuanto más Alex y Bob trabajaron en el guión, más me interesó. La historia era divertida, emocionante, excitante, llena de acción, sexy, daba miedo... Lo tenía todo.
EP3. ¿Y no temes las reacciones de los superfans?
J. J. No. Enseñamos la película a ese tipo de adictos y creo que no tenemos nada de qué preocuparnos (ríe).
EP3. ¿De qué eras fan de pequeño?
J. J. Mi favorita era The twilight zone (La dimensión desconocida).
EP3. ¿Y ahora?
J. J. Creo que Mad men es buenísima.
EP3. ¿Y tú qué querías ser de mayor?
J. J. Cuando tenía ocho años ya empecé a grabar en Super 8. Siempre supe qué quería. Tengo mucha suerte de poder vivir de ello.
EP3. ¿Qué tal tus fans? ¿Podrías contar alguna anécdota? ¿Algún acosador?
J. J. Hay gente que se obsesiona con series como Perdidos. Y con Star Trek entraremos en un universo de fans increíblemente apasionados. Pero los aprecio porque creamos productos gracias a ellos.
EP3. Cuando empiezas una serie, ¿sabes cual será el final?
J. J. Siempre tienes una idea de hacia dónde quieres que vaya. Pero cuando llegas al cuarto o quinto año de una serie pasan cosas que nunca podrías haber anticipado. Hay que ser flexible. Nunca sabes si la historia que creías maravillosa va a fallar miserablemente o si otra que para ti era una tontería será fundamental.
EP3. ¿Sabes cómo terminará Perdidos?
J. J. Sí.
EP3. ¿Entonces me lo cuentas?
J. J. Te doy el número de Damon Lindeldof (otro creador de la serie) y se lo preguntas (risas). Sabes, ¡la gente que lo pregunta en realidad no quiere saberlo!
EP3. ¿Veremos Perdidos en el cine?
J. J. Mi instinto me dice que no.
EP3. Muchos te ven como un gurú de la televisión. ¿Podrías predecir su futuro?
J. J. El que diga eso... ¡no me conoce nada! Mira, no tengo ni idea.
EP3. ¿Qué proyectos tienes en mente?
J. J. Estamos trabajando en la producción de una comedia. Y tenemos varias series entre manos. Pero no hay nada preparado aún. De momento, estamos centrados en estos seis meses que tenemos hasta el estreno de Star Trek.
LA TELE QUE VIENE EN 2009
Pocos podían imaginar que Chanquete iba a resucitar. Tampoco que Brenda y Kelly iban a volver a reunirse en el instituto. Doce meses, doce interrogantes
SEGUNDAS PARTES. Si algo teníamos muy claro todos los españoles es que Chanquete estaba muerto. Hasta ahora, 27 años después de la emisión original de Verano azul, cuando TVE ha anunciado la próxima exhumación del viejo lobo de mar. Y no mediante reposiciones, que es como nos tenía acostumbrados, sino en forma de remake. Un ejercicio de nostalgia nada extemporáneo. Este año, otras dos de las series generacionales más emblemáticas han sido revisitadas. Una es Sensación de vivir, cuyos derechos ha comprado Telecinco (sin fecha de emisión), y la otra, Melrose place, que de momento sólo es una idea en gestación.
EN CASA DE SADAM. Llega a Canal Plus House of Saddam, una miniserie coproducida por la británica BBC y la americana HBO en el que el núcleo familiar protagonista es el de Sadam Husein (al que da vida el israelí Yigal Naor). Una especie de Sopranos de Mesopotamia en versión comprimida. Esta cadena también estrenará el último trabajo de Josh Whedon, Dollhouse. Whedon, que llevaba retirado de la tele desde que la Fox cancelara su último proyecto (Firefly), vuelve con una serie sobre unos misteriosos individuos a los que otros implantan paquetes de personalidad para que ejecuten misiones.
DE LA TELE AL MÓVIL. El fin último de todo programa sería reunir al mayor número de espectadores frente al televisor. ¿O era frente al PC? El cambio de siglo ha traído la hipertextualidad y con ella han llegado los productos multiplataforma. A las ficciones que se emiten sólo online como Lo que surja, se suma el primer docu-reality patrio creado en exclusiva para Internet y móviles por Endemol. Aún está en fase de posproducción y su título es Bustamante, uno de los nuestros, que trata sobre la realidad (más o menos guionizada) del ex triunfito: su paternidad, su conquista del mercado latino... A la tele ya no le gusta la tele.
LA CRISIS. La producción nacional hace de estas seis letras una apuesta televisiva. Telecinco emitirá A ver si llego, una producción de tono doméstico ambientada en un mercado de abastos, donde las situaciones financieras y las personales son todo uno. Mientras, el enfoque de Antena 3 viene del lado de la telerrealidad. El día 10 de enero se estrena Rico al instante, "el primer reality de la fortuna de la televisión mundial" anuncia misteriosamente la cadena. Tan sólo desvela que el premio será de 500.000 euros. La elección del ganador queda en manos del pulgar tiránico de la audiencia.
INÉS MUÑOZ MARTÍNEZ-MORA
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