Muere en la San Silvestre un participante habitual de la carrera
El hombre, que vivía en Madrid y tenía 56 años, se desplomó al pasar por Atocha
Sobre las 19.20 del pasado miércoles Ambrosio Aznar, el corredor número 25.834 de la San Silvestre Vallecana, se desplomó cuando pasaba junto a otros miles de corredores por la glorieta de Atocha. Una ambulancia del Samur situada junto a la gasolinera de Repsol, a pocos metros de donde cayó el hombre, acudió al lugar. Los médicos intentaron reanimarle durante tres cuartos de hora, pero no pudieron hacer nada. El hombre sufrió una parada cardiorrespiratoria, según informó un portavoz del Samur.
Ambrosio Aznar, tenía 56 años, residía en Madrid y era un participante habitual de esta carrera popular, que el pasado día 31 convocó a 27.500 personas. Sus familiares, que viven en Barcelona, viajarán hoy por la mañana a la capital para acudir al Instituto Anatómico Forense y recoger el cuerpo de Ambrosio. Ayer, un portavoz de la familia atendió a este periódico por teléfono: "Es un momento muy difícil para nosotros. No queremos entrar en más detalles. La familia está destrozada", respondió.
Los organizadores no recuerdan que se haya producido un suceso similar
Los organizadores de la carrera no recuerdan un suceso similar en la San Silvestre, aunque este tipo de incidentes son frecuentes en éste y otros deportes. Sin motivo aparente, una persona que está en perfectas condiciones físicas sufre un colapso mortal. Las patologías cardiovasculares suelen ser el motivo más frecuente para explicar los fallecimientos. La autopsia revelará finalmente las causas que provocaron la muerte del corredor, aunque inicialmente se puede decir que su caso es similar al de otros deportistas fallecidos mientras practicaban deporte, como los futbolistas Antonio Puerta, del Sevilla, que murió en agosto de 2007, o Miklos Feher, del Benfica de Lisboa, fallecido en enero de 2004.
En abril de 2005, otro corredor llamado David Mirasierra Pérez, de 24 años, murió en el Medio Maratón Villa de Madrid tras sufrir una parada cardiorrespiratoria. El joven practicaba deporte de forma habitual y no fumaba ni bebía alcohol.
Durante la carrera del pasado miércoles, tanto el Samur como el servicio sanitario de la San Silvestre tuvieron que atender a 41 participantes. Sólo tres personas necesitaron ser trasladadas. Una de ellas sufrió una pérdida de consciencia por una posible bajada de azúcar y las otras dos fueron atendidas por torceduras.
