"Creo que tengo un trastorno bipolar"

Pregunta. Los periodistas parlamentarios le han nombrado diputado revelación. ¿Antes no se había revelado?

Respuesta. Bueno, me había rebelado con b. Supongo que es la novedad, y el contraste con otros antecesores míos de Esquerra en Madrid. Tengo un perfil distinto.

P. ¿En qué se ve distinto: es más alto, más guapo?

R. Ni peor, ni mejor. Me dicen que tengo formas más tranquilas. Y hablo quizá un castellano un poquitín más florido, más arreglado. Ya Josep Pla se reía del castellano de los diputados de Esquerra, que tuvieron responsabilidades incluso en el Banco de España.

P. Igual la causa de que ustedes se enfaden es que no les dan el Banco de España.

R. No. El otro día me lo enseñó Miguel Ángel Fernández Ordóñez y quedé sorprendido, porque tiene una pinacoteca extraordinaria. Le dije que me llevaba un Goya a cuenta de la financiación.

P. Pues qué peligro: el día que les enseñen el Museo del Prado...

R. Ya vamos. Vamos por nuestra cuenta y tomamos buena nota.

P. En su discurso tras el premio dijo que querría el tupé de Bono. ¿Lo suyo es envidia?

R. Cuando le vi, le pregunté a algún colaborador mío si yo debería hacerme uno así. Me dijo que fatal, que llevara bien la alopecia. La llevo bien, desde los 18 años. Pero reconozco que a Bono se lo hicieron de puta madre.

P. Si usted es el diputado revelación, ¿habrá que imaginarse cómo es el resto?

R. ¿Cómo debo tomármelo?[ríe] Llevo ocho meses en el Congreso, y creo que el nivel de los parlamentarios es alto, es bueno.

P. Su oratoria es incluso brillante. ¿Cómo anda en ese terreno el Hemiciclo?

R. Hombre, hay de todo. Solbes no es un gran orador, y además tiende a dormir a las ovejas. Pero, si no pierdes el hilo, siempre es interesante lo que dice. Bono tiene un verbo muy florido, pero es interesante escucharle. El propio Rajoy... A mí siempre me ha jorobado la retórica vacía de contenido. Prefiero un tío aburrido y tedioso, pero que te explica algo.

P. ¿Es más ratón de biblioteca o más alegría de la huerta?

R. Soy un híbrido. No me veo en la faceta de político muy carismático, ni en un mitin enardeciendo a las masas, aunque en eso soy arregladito. Pero prefiero la tribuna del Congreso.

P. Cuentan que siempre está escribiendo algún libro. Y que son unos tochos imposibles.

R. Bueno, porque el último fue un manual de Derecho Público para la universidad que tiene seiscientas páginas. Pero también hago ensayos de doscientas o trescientas.

P. Bono cuenta que es usted muy ligón. ¿Pelín deslenguado?

R. Seguramente es un infundio y una calumnia. Incluso podría actuar el Fiscal General.

P. Pues lo corroboran en ERC.

R. Seguro que Bono los ha intoxicado a todos.

P. ¿Qué posibilidades ve en el Hemiciclo en ese terreno?

R. Están Marta Gastón, Miriam Muñoz, Carmen Juanes, Pilar Alegría... todas del PSOE.

P. Se le ve el plumero del tripartito.

R. También me parece guapa Dolors Montserrat, del PP. Y Soraya tiene su encanto, su cosa.

P. De usted se ha dicho que es el padre del Estatut. ¿Y la madre?

R. Yo trabajé dos años y medio en el Estatut, pero creo que la madre que lo alumbró, para ser honesto, quizá es Pasqual Maragall.

P. Tiene fama de aburrido. ¿Pasaría un fin de semana con alguien como usted?

R. Seguro, hombre. Lo que pasa es que quizá tengo un aspecto trascendente en exceso. Y luego tengo no sé si un trastorno bipolar, y unas dosis de ironía importantes. Si quiere usted pasar ese fin de semana conmigo, verá que nos reímos mucho.

P. ¿De coquetería cómo anda?

R. Dentro de Esquerra, que es un partido de gente muy mal vestida, creo que soy de los más arregladitos. Pero no me pongo cremas como Duran Lleida, que se cuida mucho y va impecable, y no hago ejercicio ni me preocupo por la comida.

P. Padre andaluz y madre castellana. ¿No es un sin Dios que no sea usted español?

R. Bueno [ríe]. Mi padre nació en un pueblecito de Almería, y mi madre, en Medina del Campo. Fueron muy jovencitos a trabajar a Cataluña y se conocieron hablando catalán. Yo nací en una familia plenamente catalanizada.

P. ¿Y no teme que se le vean los faralaes?

R. La verdad es que poco, porque para bailar soy como un poste de Telefónica.

P. Si en 2014 Cataluña no es independiente, ¿se inmolará a lo bonzo con la barretina puesta?

R. Carod aludió al 2014 por ser el tercer centenario de la Guerra de Sucesión y, por tanto, de la pérdida de la soberanía. Pero poner fechas a mí me parece más que nada un estímulo. No creo que el problema esté en la Constitución, en reformarla, sino en tener una mayoría social que hoy no existe en Cataluña.